BURGOS
El guante que desafía al Parkinson
Investigadores de la Universidad de Burgos y el Hospital Universitario de Burgos han desarrollado una órtesis dinámica de tela elastomérica (DEFO) que mejora significativamente la destreza manual en personas con Parkinson

El diseño del guante permite mejorar la calidad de vida de las personas con Parkinson.
El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por síntomas como rigidez, lentitud de movimientos y, especialmente, temblores incontrolables que dificultan tareas cotidianas como abrocharse una camisa, sostener un vaso o escribir. Aunque no tiene cura, la ciencia y la tecnología avanzan constantemente en la búsqueda de soluciones que mejoren la calidad de vida de los pacientes.
En este contexto, la innovación juega un papel clave. Desde nuevos tratamientos hasta dispositivos tecnológicos, cada avance supone un paso más hacia la autonomía y el bienestar de quienes conviven con la enfermedad. Ahora, un nuevo desarrollo promete marcar la diferencia: un guante diseñado para estabilizar los temblores y devolver la precisión a los movimientos.
Investigadores de la Universidad de Burgos y el Hospital Universitario de Burgos han llevado a cabo un estudio innovador sobre el impacto de un guante ortopédico elástico en la destreza manual de personas con enfermedad de Parkinson.
DEFO son las siglas en inglés de esta solución, denominada órtesis dinámica de tela elastomérica en español, que ha demostrado mejorar significativamente la destreza manual de las personas con Parkinson.

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La Coordinadora de este revolucionario proyecto es la Dra. Josefa González Santos, Fisioterapeuta con una trayectoria profesional de 20 años en el ámbito asistencial y profesora titular de la UBU, además de Coordinadora del Grado en Terapia Ocupacional.
Su labor se ha centrado en la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad, con especial énfasis en las alteraciones motoras. En este ámbito, ha participado en diversos proyectos de investigación relacionados con patologías neurológicas como el ictus y el Parkinson, así como en el desarrollo de estrategias innovadoras en telerehabilitación y el uso de nuevas tecnologías para la mejora del control del equilibrio en personas mayores.
González también ha trabajado ampliamente con prendas confeccionadas con material de elastómero, específicamente con las Prendas Dinámicas DMO (Dynamic Movement Orthotics). Según sus pruebas, éstas han demostrado ser eficaces en personas con ictus, contribuyendo a la reducción del tono muscular, así como en personas con parálisis cerebral, donde han favorecido la mejora de la postura y la disminución de los movimientos involuntarios. Sin embargo, no había explorado previamente su aplicación en personas con Parkinson y al analizar su fundamento y mecanismo de acción, González consideró que podrían representar una estrategia prometedora para esta población, lo que motivó la iniciativa de probar su efectividad en este contexto.
La ortesis está fabricada con un material de elastómero y cuenta con refuerzos estratégicamente diseñados para optimizar su efecto terapéutico. El principal reto consistió en determinar su diseño adecuado para lograr una combinación eficaz con la propiocepción activa, de manera que se estimulara y ajustara el sistema neurosensorial. El objetivo era entrenar los músculos para que trabajaran con un tono, fuerza y rendimiento optimizados, explica González.
Para ello se trabajó en colaboración con la Dra. Cubo y el Dr. Trejo, neurólogos del Hospital Universitario de Burgos (HUBU), así como con la empresa DMO y los profesionales responsables del desarrollo técnico de la ortesis. Se llevó a cabo un análisis minucioso del temblor en personas con Parkinson, realizando múltiples pruebas y repeticiones para identificar la posición en la que se lograba una mayor reducción del temblor.
Los criterios de inclusión para el estudio fueron personas diagnosticadas con enfermedad de Parkinson. Por otro lado, se establecieron como criterios de exclusión aquellos casos en los que el temblor estuviera asociado a otra enfermedad neurológica, así como una puntuación en la Evaluación Cognitiva de Montreal (MoCA) igual o inferior a 26. A partir de estos resultados, se determinaron los receptores propioceptivos clave que debían ser estimulados para maximizar la eficacia del dispositivo.
Después se recopilaron todas las valoraciones de los usuarios, destacando aspectos clave de su experiencia. Los participantes señalaron que la órtesis es fácil de colocar, lo que les permite mayor autonomía en su uso. Además, valoraron positivamente el hecho de que representa una alternativa complementaria al tratamiento farmacológico, brindando una opción adicional para el manejo de sus síntomas.
Otro aspecto destacado fue que la órtesis no genera inmovilización, permitiendo el movimiento con mayor libertad. Asimismo, los usuarios apreciaron su diseño discreto y personalizado, ya que se adapta a las medidas y necesidades específicas de cada persona, favoreciendo su comodidad y adherencia al tratamiento.
La diferencia de este dispositivo, respecto a otros utilizados es que se trata de una ortesis dinámica diseñada para su uso durante la actividad, momento en el que resulta más efectiva y necesaria.
González explica que su diseño permite que cada paciente pueda colocársela de manera autónoma, favoreciendo así su uso diario. Además, está confeccionada con materiales lavables, lo que facilita su mantenimiento e higiene. Cada unidad se elabora a medida, siguiendo un proceso de medición altamente preciso y riguroso, lo que garantiza una adaptación personalizada a las necesidades específicas de cada usuario.
Además, ha sido diseñada para estimular el sistema somatosensorial mediante la activación de los propioceptores del sistema musculoesquelético. Su aplicación no solo contribuye a la mejora del control motor, sino que también facilita ajustes posturales, incidiendo en la corrección del desequilibrio muscular asociado a alteraciones del tono.
Esta órtesis combina principios neurofisiológicos y biomecánicos en su mecanismo de acción. A través de la activación de puntos proximales clave para el control postural, la inhibición recíproca y la estimulación del sistema sensoriomotriz, favoreciendo una respuesta neuromuscular más eficiente, optimizando la función motora y el rendimiento en pacientes con trastornos neurológicos.
Como próximos pasos de este proyecto, González prevé ampliar el estudio para evaluar su efecto en otros tipos de temblor, más allá del asociado a la enfermedad de Parkinson, de esta forma se permitiría determinar su aplicabilidad en un espectro más amplio de patologías neurológicas. González muestra entusiasmo por analizar su impacto en temblores esenciales, temblores cerebelosos o temblores secundarios a otras afecciones, comparando los resultados y valorando si el mecanismo de acción sigue siendo efectivo en cada caso.
Para conseguir esta órtesis, González explica que es fundamental que los pacientes interesados lo comenten con su especialista, ya sea su médico rehabilitador o neurólogo. Además, pueden contactar directamente con su equipo; en la web de la Universidad de Burgos (UBU).