PUEBLO A PUEBLO | PORTILLO: ALFARERÍA Y TESOROS
El pueblo vallisoletano de barro con un tesoro oculto
Portillo: de 60 a 5 alfarerías ¿una tradición en peligro?
La leyenda cuenta que su castillo esconde un tesoro de Álvaro de Luna
El pueblo vive a dos alturas: Portillo y Arrabal

Jesús Manuel García, alias' Chusma', uno de los maestros alfareros de Portillo, moldea una pieza
El pueblo de barro, del ajo, de míticos mantecados y... ¿de un tesoro real escondido?
Con apenas ocho años, Jesús, conocido en Portillo como ‘Chusma’, ya trabajaba echando una mano a su abuelo y a su padre en el negocio estrella de este pueblo de Valladolid: uno de los talleres de alfarería que llevan el nombre de Portillo por medio mundo.
Ya entonces la leyenda sobre un misterioso tesoro oculto en el castillo acompañaba al pueblo de Portillo.
‘Chusma’ es hoy uno de los 5 artesanos alfareros que resisten en un pueblo vallisoletano con enorme tradición del barro. «La alfarería lo ha sido todo para el pueblo. No eran sólo los casi 60 talleres que había antaño, sino toda la gente que trabajaba en ellos o para ellos...», comenta este alfarero, «quinta generación» de este oficio.
Sin embargo, lamenta que pueda ser la última. «Da pena que un oficio que significa tanto para el pueblo y para nosotros se acabará por falta de relevo».
Aunque ‘Chusma’ adora el trabajo que comparte con su mujer Montserrat, reconoce el sacrificio: «Nos encanta dedicarnos a esto, crear cosas nuevas con nuestras manos, que la pieza salga bien del horno y al cliente le guste, pero es muy esclavo y ser autónomo y artesano, nada agradecido».
Precisamente por el inmenso legado artesanal, Portillo acoge el Centro provincial de la artesanía de Valladolid.
Arriba y abajo: el alma dividida de Portillo
En este pueblo de Valladolid se da la curiosidad de que se vive a dos alturas. Arriba, el distrito de Portillo, que concentra el mayor peso histórico del municipio. Allí, en el entorno de su imponente castillo, se celebrarán el 17 y el 18 de mayo las tradicionales jornadas medievales en su 14 edición con recreaciones históricas, puestos de artesanía y productos gastronómicos típicos. Abajo, el distrito de Arrabal de Portillo, donde se encuentra la gran mayoría de los servicios, y, entre ambos, colegio, instituto, polideportivo y piscina.
El misterio del castillo medieval
Al castillo lo envuelve un halo de misterio. ¿Esconde la fortaleza un tesoro de miles de años? ¿Permanecen ocultas en algún recoveco las pertenencias de Álvaro de Luna (1390-1453), valido del rey Juan II?
El alcalde, Juan Antonio Esteban, da cuenta de la leyenda que acompaña a uno de sus más ilustres vecinos. «Se sabe que las pertenencias de Álvaro de Luna entraron en el castillo de Portillo cuando él estuvo allí un tiempo, pero no se conoce si salieron, y la leyenda cuenta que pueden estar escondidas en él», explica.
Castillo, alfarería y héroes locales
Al margen de la incógnita sobre ese preciado botín del que la única certeza es que existe una leyenda, Portillo tiene tesoros más tangibles, como el propio castillo medieval sobre el que giran multitud de actividades y que tiene la singularidad de que pertenece a la Universidad de Valladolid (UVA).
Era propiedad de otro vecino insigne: Pío del Río Hortega, uno de los investigadores, histólogos y neurocientíficos españoles más prestigiosos, y como dueño del castillo decidió donárselo a la UVA. «Es un orgullo que fuera vecino de aquí y promocionamos el pueblo a través de su figura y de la de Álvaro de Luna», señala el alcalde.
En Portillo ya no quedan casi alfarerías tras las recientes jubilaciones de Chema y de Andrés, pero los hornos de José, Óscar y Javi, Juan, Javier, además del de ‘Chusma’, siguen bullendo y modelando el presente del lugar.
El pueblo cuenta con «los principales servicios». «Tiene tradición de alfarería, confiterías y agricultura con los ajos, pero va descendiendo. Como estamos cerca de Valladolid, a través de autovía, muchos trabajan en fábricas como Renault, Michelin o Iveco y en el parque empresarial de Boecillo», comenta Juan Antonio Esteban.
Este municipio de Tierra de Pinares conserva dos de las siete iglesias con las que contó. Una en cada zona. Y es que eso de repartir la vida entre arriba y abajo no resulta del todo fácil por cierto «pique» entre ambos distritos.
En la parte alta reside un tercio de la población, "alrededor de 750 personas". En la baja, el resto. «Existen como rencillas de toda la vida, como si fueran dos pueblos en uno. Para gestionarlo hay que hacer equilibrios y si lo más histórico, como los actos relacionados con Álvaro de Luna, se celebran arriba porque está el castillo, los carnavales o el documental del mes son abajo», explica Juan Antonio.
Otro tesoro en las arcas municipales reside en disponer de ‘cantera’ de niños suficiente para mantener el colegio y el instituto abiertos. «En el colegio hay entre 180 y 190 alumnos, pero van disminuyendo».
En los anhelos del municipio figura el contar con más suelo para vivienda e impulsar el polémico parque empresarial para que se instale alguna industria que revitalice la zona.
Mientras, cuentan con reclamos como la ya clásica Feria de Artesanía y el Ajo: el 28 y 29 de junio atraerá a multitud de visitantes a su edición XXIII. Y, como cada año, más de uno se quedará prendado de alguna joya alfarera.
‘Chusma’ cuenta que algunas de sus piezas terminan en Nueva Zelanda, Alemania o Francia. Un tesoro universal que este sí que no hay duda de que pertenece a Portillo. ¿Y el de Álvaro de Luna?

Jesús Manuel García, alfarero enseña unas macetas a Santiago.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

El castillo medieval de Portillo que esconde una misteriosa leyenda
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Jesús con Cintia y Carlos en el Arco Pequeño.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Iglesia de Santa María La Mayor.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Plaza de La Villa de Portillo
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Vista general del pueblo, dividido en dos distritos: Portillo y Arrabal
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Arriba y abajo en Portillo
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Mercadillo semanal en el Parque de la Plaza de Toros.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Emilio González con su hermano José Antonio regentan la frutería ambulante en el mercadillo semanal y vienen desde Toro.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Eva Pilar con su vecino Miguel Ángel Pasalodos dan una vuelta por el mercadillo.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Adela Jiménez junto a su puesto de ropa y lencería en el mercadillo.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Paco Pérez, José Manuel Martín y Paula Gutiérrez charlan animadamente junto al mercadillo.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Miguel Ángel Pasalodos con alguna de su colección de Romanas.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Mítica discoteca Komplot en la que se han celebrado grandes conciertos ahora abandonada.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Enrique Esteban dueño de la pescadería Sara, en la calle Anastasio Gutiérrez.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Una calle característica del pueblo.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Jesús Manuel García trabajando en su taller de alfarería El Obrador del Alfarero.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Un vecino pasa delante de la iglesia de San Juan Evangelista.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Ayuntamiento en la plaza de San Juan Bautista.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Jesús Sanz dueño de la carnicería Sanz atiende a María, una clienta habitual en la plaza de San Juan.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Interior de la iglesia de San Juan Evangelista.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Una calle de este municipio vallisoletano.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Juli Martín, dueño del bar La Tasca de Juli, en la plaza de San Juan.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Félix Aranda con Abono, dos vecinos de Arrabal.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Plaza de San Juan Evangelista.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Juan Antonio Esteban, alcalde de Portillo junto al ayuntamiento.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Desiré Catalina en su obrador Mantecados Estilita. Representa la cuarta generación. Están en la calle Prolongación La Canóniga.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Teatro Álvaro de Luna.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Plaza del Parque de Recreo.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Autocar que realiza la ruta Valladolid-Segovia deja y recoge pasajeros.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Una alargada vía de este pueblo vallisoletano
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Orencio Matesanz compra el pan en la tienda de Cristina Gilsanz en la avenida de Segovia.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Casas de Los Camineros en la avenida de Segovia.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Placas con los nombres de las calles realizados en cerámica.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Amador de León propieterio del casa en la que su padre hizo un jardín tipo Gaudí.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Varios vecinos en el bar Herga.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Vista de Arrabal desde Portillo.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Arco Grande.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Vista del castillo de Portillo
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Dos torres del castillo
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Sevillano y Teodoro salen de tomar algo en el Hogar del Jubilado.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Una pareja de Catalanes comparte el almuerzo con Quinito en el restaurante El Alboroque.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Jesús con Cintia y Carlos en el Arco Pequeño.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Mari Carmen con Desi, delante de las antiguas Escuelas.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Julián pasea con su perro Sultán. J.M.LOSTAU.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Vía Romana.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Escultura homenaje a Pío del Río Hortega, hijo predilecto en la plaza de La Villa.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Casa típica Castellana con entramado de madera en la plaza Noriega.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Carmelo García pasea por la calle Pío del Río Hortega, uno de sus vecinos ilustres.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

José Luis Sanz, dueño del restaurante El Alboroque y también del hotel rural La Enhorcadora.
Portillo, el pueblo vallisoletano de barro con un tesoro escondido

Diferente perspectiva del castillo de Portillo con varias de sus torres