Luis Tosar estrena 'Golpes' en Seminci: “La memoria histórica es como la película, la historia de unos hermanos contra otros”

Con dos premios Goya obtenidos por su trabajo en los guiones de ‘La isla mínima’ y ‘El hombre de las mil caras’, Rafael Cobos, quien frecuentemente colabora con Alberto Rodríguez en este campo, da el salto a la dirección con ‘Golpes’. Una película que narra la historia de una reconciliación entre hermanos en el tumultuoso contexto de la España durante la transición. En los papeles principales, Jesús Carroza y Luis Tosar representan a dos personajes que representan el ying y el yang de una misma familia. Estos huérfanos, que presenciaron el asesinato de su padre por la Guardia Civil cuando eran pequeños, siguieron caminos muy diferentes a lo largo de sus vidas: uno se convirtió en ladrón y el otro en policía.

Entre esos dos mundos antagónicos despliega Cobos su debut, que bebe de la estética del cine quinqui que proliferó en los años 80 de la mano de Eloy de la Iglesia o Carlos Saura, para filmar una película que transcurre al ritmo de los atracos y de los beats de Bronquio donde, al final, todo lo que rodea la relación de esos dos personajes que se presentan ya desde el prólogo, resulta accesorio.

El guion, coescrito junto a Fernando Navarro (‘Segundo premio’), aspira a encontrar el equilibrio entre sus dos protagonistas, a los que dibuja con arquetipos bien conocidos por los amantes del policiaco. Migueli (Carroza) es un ladrón de buen corazón, guiado con la noble causa de dar sepultura a su padre para que, por fin pueda vivir en paz; pese a que acaba de salir de prisión, es una leyenda en su barrio, donde todos los respetan y admiran. Por el contrario, su hermano Sabino (Tosar) es un hombre gris, inerte, desconfiado, receloso e inseguro (“seco y raro, como Pinter”, se define él mismo), que ve cómo pese a haber seguido el ‘buen camino’ su relación de pareja se va a pique y su única opción de reencauzar su vida pasa por dar captura a su hermano menor.

Una amplia representación del equipo del film presentó hoy la película en Valladolid, donde participa a concurso en la Sección Oficial de Seminci. Cobos explicó que el primer impulso que le condujo hasta esta historia fue contar una historia relacionada con atracadores, en barrios muy concretos de su Sevilla natal, que refleja en el film con imágenes de archivo que le permiten “mostrar cómo son las heridas del pasado que arrastran los personajes”.

El director explicó en declaraciones recogidas por Ical que, desde el primer momento, tenían claro que querían alejarse del “canon frenético del cine policiaco”, sino detenerse, “observar y vivir con los personajes desde lo emocional”, todo ello con una puesta en escena muy “seca” que le permitiera “vivir esos conflictos y crecer con los personajes”, hasta configurar “un espacio” donde él, como narrador, se sintiera “cómodo”. Para intentar alejarse de las “convenciones” del thriller, también le ayudó la música electrónica de Bronquio, “mucho más disruptiva y emocional de lo habitual en el género”.

“La transición está muy transitada, pero así no sus consecuencias. 1982, el año en el que transcurre la película, fue crítico, con las primeras elecciones democráticas que dejaron al mando a un Gobierno de izquierdas”, señaló Cobos, ante lo cual su coguionista, Fernando Navarro, subrayó que “la película habla de presente, pasado y futuro”. Los dos detallaron que “la historia se ha ido desvelando con el tiempo”, tras afrontar “un proceso largo de exploración”.

También intervino en la presentación Luis Tosar, que calificó a Sabino, su personaje, como “un tipo extraño a quien le toca asumir una realidad totalmente cambiante, con una España que no tiene nada que ver con lo que él conocía, y que cuenta con muy pocas herramientas para asumir ese cambio”. “Es el hermano mayor, ha asumido la parte responsable de la orfandad, y en ese proceso ha afrontado muchas renuncias que luego le han pasado factura. La historia de estos dos hermanos no deja de ser la historia de un país que permanentemente está en esa situación; en realidad no hemos avanzado mucho en ese sentido, porque la memoria histórica de España está permanentemente dividida en dos. Es como la película, la historia de unos hermanos contra otros”, afirmó el actor.

Tosar también explicó que la larga relación de amistad que le une con Jesús Carroza, con quien coincidió en rodajes como ‘Celda 211’ o ‘El niño’, ha sido “una gran ventaja porque genera confianza y complicidad, que ha ido reposando con el tiempo” y que luego cobra forma en este “juego de hermanos que han sido uña y carne, pero que la vida les ha conducido por lugares totalmente diferentes”.

Por último, sobre su salto tras la cámara, Cobos explicó que la experiencia le hará ser, en el futuro, “un guionista más honesto”, ya que es consciente de que a veces al escribir un guión “se hacen trampas con la literatura para trasladar la responsabilidad al director”. “‘Golpes’ es mi primera película. Antes había codirigido una serie, pero en un proceso muy distinto, probablemente más duro aquel. En este rodaje, pese a que llovió sin parar durante siete semana, me lo he pasado como un cochino jabalí. Ha sido increíble, he disfrutado de un equipo fabuloso, completamente arropado y con los mejores actores para afrontar una batalla homérica. Ahora seguiré escribiendo, porque es mi pulsión natural, pero si me dejan dirigiré todo lo que pueda”, sentenció.