Diego Ventura y Sergio Pérez salen a hombros en el arranque de la feria taurina de Valladolid

La tarde inaugural de la feria taurina de Valladolid, con la celebración de la corrida de rejones, que tuvo que ser suspendida por el aguacero el pasado domingo, fluyó con placidez, con actuaciones de buen ritmo y calidad en los embroques y con el juego notable de los astados, despuntados, de los hierros de El Capea y San Pelayo, divisas hermanas del campo charro. Con movilidad, aunque justos de romana. Del joven rejoneador que abrió plaza, Sergio Pérez, pues tomaba la alternativa, con Diego Ventura como padrino, y Guillermo Hermoso de Mendoza como testigo, cabe poner de relieve su valor y raza, su coraje, aún por encima de su oficio y técnica, siempre guiado por una buena monta de sus équidos.

Un apéndice obtuvo en cada uno de sus toros, primero y sexto, si bien en el que abrió plaza se le notó más atenazado. Ante el último de la tarde su toreo gozó de mayor sincronía y ajuste, y de una profundidad más templada en los embroques. La frontalidad en alguna banderilla a pitón contrario desveló una personalidad firme y arriesgada.

La faena de mayor premio de la tarde la ejecutó Diego Ventura, ante el primero de su lote, con su proverbial maestría a lomos de algunos de sus mejores caballos, como Príncipe, Sueño y Lío. Toreo templado, cadencioso y dominador. Mató con acierto de un rejonazo óptimo y logró desorejar a su oponente, e incluso hubo una ligera petición de rabo que no fue atendida desde el palco presidencial.

Ante el cuarto, el falló con el rejón letal le privó de haber conseguido algún trofeo, pues, con la monta de Guadalquivir y Fabuloso brilló tanto en el recibo del astado como en las banderillas.

Si bien Guillermo Hermoso de Mendoza fue el único de los tres jinetes que no abandonó el coso a hombros, no sería justo eludir que, posiblemente, los momentos de mayor intensidad y pureza, partieron de sus estribos, y que un mayor acierto en la suerte suprema le hubieran permitido lograr algún trofeo más que el único que cosechó ante el tercero. Sus embroques y ajustes al límite de la colisión fueron los que más emocionaron a los tendidos.

Tras la primera tarde de la feria, este jueves se celebra la primera corrida de lidia ordinaria, o a pie. Un cartel más que interesante, compuesto por Miguel Ángel Perera, Fernando Adrián (que sustituye al cogido Daniel Luque) y Joselito Adame, se las verán con reses de la ganadería burgalesa de Antonio Bañuelos.