Diario de Valladolid

Carnero, historia de una rendición

El presidente del PP de Valladolid, después de aguantar la presión de Génova, acaba cediendo ante la autonómica que también claudica ante la dirección nacional

-E. M.

-E. M.

Publicado por
Felipe Ramos
Valladolid

Creado:

Actualizado:

Punto y final o, quizás, sólo se trate de un punto y seguido que, a buen seguro, seguirá sumando nuevos capítulos. El último episodio es aquel en el que el presidente del PP de Valladolid y hasta mañana de la Diputación de Valladolid, Jesus Julio Carnero, cede, claudica y no será el candidato de su partido para repetir al frente de la institución provincial otros cuatro años. El paso atrás dado ahora por Carnero, que hará de su hombre de confianza y lugarteniente en el partido en Valladolid, Conrado Íscar, el nuevo presidente de la Diputación es la historia de una rendición, tras meses de presiones de Génova.

El inicio de todo, curiosamente, viene marcado por ese mitin del mes de abril, en la plaza San Pablo de Valladolid con motivo de las generales, en el que  el máximo responsable del PP de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, le dice a Carnero, delante de Pablo Casado, que dé un paso al frente para ser el candidato a la Diputación. Ahí es donde comienzan todo lo que ha ido desembocando en presiones de Génova, más o menos indirectas, hasta las últimas que pasaron a convertirse en claramente directas y no sólo a Jesús Julio Carnero, sino también a sus diputados.

El mejor ejemplo, ayer cuando los emisarios de la dirección nacional, Alberto Casero y Antonio González Terol, se presentan en casa de varios diputados del PP de Valladolid, de donde son despachados rápidamente, para reclamarles que no voten al presidente de los ‘populares’ vallisoletanos este viernes en el Pleno de constitución de la Diputación para que vuelva a dirigir la institución provincial cuatro año, como por otra parte se ha ganado democráticamente con el respaldo masivo de alcaldes y concejales. Unos enviados que van incluso más allá, llegando a ofrecerles a algunos de ellos incluso si quieren ser ellos los candidatos. Visitas que, además, vienen acompañadas de llamada telefónicas a otros diputados.

Entre medias, la visita de estos mismos embajadores de Madrid la semana pasada para hacerle ver a Jesús Julio Carnero que tenía que dar un paso atrás, además de incluir en la lista de diputados al ex delegado territorial de la Junta, Pablo Trillo, y al alcalde de Simancas, Alberto Plaza. Obviaban los Terol y Casero que en Valladolid, porque así lo ha impulsado Carnero, los diputados los eligen democráticamente los concejales y, para que eso suceda, se tienen que presentar y  después ser votados. Algo que no hicieron ni Trillo ni Plaza, presentarse. Y, de fondo, la figura del concejal de Valladolid, Borja García Carvajal, que aspiraba a ocupar el asiento de Canero en la Diputación, como antes quiso quedarse con el de presidente del partido en Valladolid y salió duramente derrotado.

  De la mano de Mañueco y Vázquez

Si algo ha quedado claro en todo este tiempo, que hoy mismo en la reunión de la Diputación ha vuelto a quedar patente, es el respaldo unánime de los diputados a un Jesús Julio Carnero  que, después de aguantar la presión de Génova, acaba cediendo ante la dirección autonómica que también claudica ante la dirección nacional.

La imagen es elocuente, cuando en torno a las dos menos cuarto de la tarde llegaba Carnero a la reunión con sus diputados en el grupo ‘popular’ de la Diputación, donde el nerviosismo por el runrún de la posibilidad de que Carnero diera una paso atrás era ya patente, de la mano de Mañueco y del secretario general del PP de Castilla y León, Francisco Vázquez, según detallan las fuentes consultadas por EL MUNDO DE CASTILLA Y LEÓN. Curiosamente, apenas unas horas antes tras la reunión de la Mesa de Cortes, Vázquez se negaba a hacer declaraciones sobre lo que dio en llamar “especulaciones”.

Los tres llegaron al encuentro con los diputados, que se prolongaría casi hasta las tres y cuarto, y ahí fue donde Carnero comunicó que había decidido dar un paso atrás “por decisiones del partido”, en palabras de las mismas fuentes a la que ha tenido acceso este periódico. Después llegó el anuncio de que habían decidido que el candidato fuera Conrado Íscar. El  alcalde Matapozuelos no era, ni mucho menos el preferido de Génova, entre otras cosas porque es afín al presidente del PP de Valladolid y su hombre de confianza en el partido. Pero esta negociación con Génova si venció del lado de Valladolid.

tracking