Diario de Valladolid

BALONCESTO / LEB-ORO

El Real Valladolid Baloncesto se niega a bajarse de la ola buena ante el incómodo Gipuzkoa

El equipo de Paco García se apoya en sus dos jugadores franquicia y... diferenciales, , Nwogbo ySchmidt, para ganar a un buen Gipuzkoa Basket liderado por Barcello, jugador llamado a luchar por el MVP de la LEB-Oro

Mike Torres penetra a canasta ante el Gipuzkoa ganando la línea de fondo. / PHOTOGENIC

Mike Torres penetra a canasta ante el Gipuzkoa ganando la línea de fondo. / PHOTOGENIC

Publicado por
Guillermo Velasco
Valladolid

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‘Sabed sufrir: sabiendo sufrir, se sufre menos’. El UEMC Real Valladolid sigue subido en la ola buena. Quinta victoria consecutiva, séptima en diez partidos, que prolonga, ahora,  su estado de bienestar para dar aún mayor si cabe al épico y a la vez valioso triunfo en el Wizinc Center ante el Estudiantes en la pasada jornada.

El partido ante Gipuzkoa no era fácil ni mucho menos. Con un triunfo más que los vallisoletanos, ahora igualado, la clave estaba en saber domar la paciencia. Y es que como demostró en Pisuerga el conjunto vasco se agarró al partido con uñas y dientes siempre liderado por un  ‘desconocido’ (para el baloncesto español) Barcello, llamado a pujar por el MVP de la Liga.

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El ‘pequeño’ escolta americano hizo olvidar por momentos a su antecesor, el MVP Jaworski. Clase consumada para ejercer de valioso flotador  (29 puntos  y 32 de valoración) de su equipo cuando parecía noqueado.

El UEMC Real Valladolid, pese a su buen comienzo como dando continuidad a su festival en el Wizink Center, vio como su rival sacaba provecho al juego por conceptos para no desconectarse. Ni siquiera los ‘canastones’ de esos llamados imposibles de Schmidt (uno sobre la bocina para cerrar el primer cuarto) desconectaron al siempre pegajoso e incómodo Gipuzkoa, valedor de un baloncesto sencillo pero eficaz posteando los pequeños y buscando sacar provecho en las salidas de bloqueo. 

El 44-33 al descanso, con Nwogbo por fin protagonista y... visible (sí, visible) para sus compañeros, como faro del Real Valladolid, hizo prever una plácida segunda mitad.

Nada más lejos de la realidad porque al hasta el momento bien defendido Barcello cogió las riendas de su equipo coincidiendo con otra mala puesta en escena blanquivioleta focalizado en los bases. Así, de puntillas y sin hacer ruido Gipuzkoa se subió a las barbas empatando el partido gracias a un 3-14 de parcial (47-47). 

Afortunadamente era el día de Nwogbo, el jugador fichado para hacer partidos como los de ayer, dentro y fuera de la zona (con dos triples valiosos y tranquilizadores ), salió al rescate del equipo para recuperar la cordura y el mando del encuentro (56-51; tercer cuarto). Tocaba sufrir. 

Gipuzkoa lograba mantenerse a flote siendo un incordio para un UEMC Real Valladolid que volvió, en un calco casi perfecto al triunfo ante el Estudiantes, a encomendarse a la clase consumada y magia de su otro jugador franquicia y... diferencial como es  Schmidt, que lejos de esconderse asumió la responsabilidad de dar el estoque con su cuarto triple y la puntilla desde la línea de tiros libres. Un triunfo, otro triunfo liberatorio para recuperar la normalidad de un equipo diseñado para ganar y quién sabe para ascender. Sí, ascender. 

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