Marcos André, nuevo refuerzo

La pretemporada comienza en cuatro días y el Real Valladolid apenas ha presentado novedades en su plantilla. Sus movimientos han sido las renovaciones y ampliaciones de contrato de jugadores que ya estaban en nómina, las presentaciones de los ya fichados hace meses San Emeterio y Aguado, y la única novedad de De Frutos, extremo del Castilla cedido por el Real Madrid.

Los próximos días debe menearse el árbol del mercado y uno de los jugadores que caerá del mismo es Marcos André de Sousa Mendonça, conocido futbolísticamente por sus dos nombres de pila. Este brasileño de 22 años (20-10-96) y 184 centímetros nacido en Coroatá ha jugado en las tres últimas temporadas en el Logroñés como delantero centro.

En la más reciente ha llamado tanto la atención que se ha encontrado con algunas ofertas de clubes de Primera, pensando en él como jugador a caballo entre el primer equipo y el filial. Las más claras han sido las de Osasuna y Real Valladolid. El jugador ha deshojado la margarita la semana pasada, decidiéndose por la propuesta pucelana. La Cultural y el Castilla también se interesaron en él en los últimos años.

¿Qué futuro le espera a Marcos André en el club pucelano? En principio no es un jugador firmado ex profeso para el primer equipo, pero en pretemporada tendrá la ocasión para convencer a Sergio de lo contrario, porque la realizará con los profesionales.

En el caso de que no pase el corte, a Marcos André se le abren dos vías. Una consiste en quedarse en el Promesas y fluctuar entre el conjunto de Segunda B y el de Primera, ya que aún no ha cumplido los 23 años. La otra, más viable, consiste en emprender el camino de San Emeterio en la última temporada y que probablemente siga Salisu en la 19-20: foguearse en un segunda para hacerse como jugador profesional y después decidir si vale para el Real Valladolid o puede ser vendido a otro club.

El futbolista apura sus vacaciones en Mallorca y cuando vuelva se acelerarán los trámites.

La historia de Marcos André en España se resume entre elLogroñés y el Celta. Los vigueses lo ficharon a los 18 años del Guaratinguetá brasileño pero nunca llegó a explotar con el filial celeste, que llegó a cederlo al Órdenes, equipo coruñés de Tercera.

Donde Marcos André convenció fue en La Rioja. Desde que llegó, primero como cedido y luego ya en propiedad del Logroñés, ha sido titular habitual. Arribado en el mercado de invierno de la temporada 16-17, disputó 18 partidos de ese medio campeonato, para seguir la dinámica en las dos temporadas siguientes. En la 17-18 hizo 11 goles en 35 partidos y en la última marcó 10 en 31.

Quienes lo han visto jugar habitualmente lo consideran un delantero muy veloz, con gran aceleración y de disparo rápido. También destacan su condición de auténtico incordio para las defensas a causa de su presión para ensuciar la salida de balón rival. Es del tipo de jugador que parece que va a agotarse al cuarto de hora, pero aguanta al mismo ritmo hasta el final de los partidos.

La prueba de que puede tener futuro la da también que un agente del nombre de Ginés Carvajal lleve a un chaval de Segunda B.