Diario de Valladolid

El tráfico de heroína en San Quirce y el de ‘speed’ en pueblos del alfoz, a juicio

La Audiencia ve hoy la distribución de anfetamínicos y el 30, la de opiáceos en San Nicolás

Sustancias incautadas por la Guardia Civil en la operación de octubre de 2016 contra el tráfico de speed.-E. M.

Sustancias incautadas por la Guardia Civil en la operación de octubre de 2016 contra el tráfico de speed.-E. M.

Publicado por
Íñigo Arrúe
Valladolid

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La Audiencia Provincial de Valladolid sienta en el intervalo de diez días en el banquillo a dos grupos responsables, supuestamente, de distribución de droga al menudeo:heroína y speed, fundamentalmente.

En el caso del opiáceo, la zona de pases era el barrio de San Nicolás y la detención de los cinco implicados, dos de los cuales ingresaron en prisión, supuso la desarticulación total del punto de venta.

El grupo que traficaba con speed, totalmente desvinculado con el anterior, se movía, fundamentalmente en el entorno de lugares de ocio de localidades del alfoz como bares de copas y discotecas. Los tres detenidos y luego encarcelados, fueron sorprendidos junto a la discoteca ‘La Fiestuki’, en La Cistérniga.

El operativo policial contra el tráfico de drogas en San Nicolás explotó el 15 de noviembre de 2018 después de que los agentes de Estupefacientes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) llevaran recabando pruebas desde dos meses antes sobre un sospechoso trasiego de toxicómanos en la tranquila calle Expósitos, perpendicular a San Quirce. Los vecinos se habían quejado y mucho de la presencia continua de drogodependientes.

La Policía Nacional bautizó a la operación ‘Vilma’ y, tras comprobar que en calle Expósitos se había establecido un punto de venta de heroína al menudeo, desplegó un dispositivo el citado 15 de noviembre de 2018, en el que participó la VII Unidad de Intervención Policial (los antidisturbios), que se saldó con tres investigados en la calle San Quirce, a los que posteriormente se sumarían otros dos.

Los implicados, M.M.C.L., de 55 años; J.S.R.C., de 39; P.F.E., de 43; J.M.C.U., de 48 y R.A.B.T., de 36, fueron arrestados como presuntos responsables de un delito de tráfico de estupefacientes. En el punto de venta de droga al menudeo se intervinieron cuatro gramos de heroína y uno de cocaína. Tres de los detenidos (M.M.C.L, J.M.C.U y P.F.E.) pasaron a disposición judicial. El titular del Juzgado de Instrucción 1 de Valladolid, José María Crespo, decretó el ingreso en prisión de los dos primeros. Posteriormente, concluyó la instrucción del procedimiento abreviado número 1839/2018. De los cinco, cuatro –todos salvo R.A.B.T. – serán juzgados por la sección cuarta de la Audiencia los días 30 y 31 de enero.

MEDIO KILO DE SPEED

El primero de los dos juicios, el de tráfico de speed, comienza hoy en la sección segunda de la Audiencia de Valladolid. Se trata de una vista prevista para hoy y mañana –salvo un posible pacto de conformidad– para dilucidar una de las mayores incautaciones de éxtasis en la provincia en los últimos años: 456 gramos de MDMA, además de otras sustancias intervenidas a tres jóvenes.

Esta última operación, desarrollada por la Guardia Civil en las afueras de la discoteca ‘La Fiestuki’ en La Cistérniga en 2016, se saldó con un decomiso valorado en más de 30.000 euros en droga.

El precio medio de la dosis de MDMA es de 11 euros y el del gramo oscila entre 60/80 euros. La cantidad incautada, por tanto, tenía un valor de 31.920 euros, aproximadamente, en el mercado negro. Los hechos se remontan a prime ros de octubre de 2016 cuando la Benemérita arrestó a los tres acusados que se sentarán hoy en el banquillo: J.J.G.G., M.A.D.A. y J.A.M.M., todos entre 28 y 39 años, tras detenerles en La Cistérniga con distintas sustancias y registrar luego un domicilio en Zaratán donde habían montado un laboratorio ‘indoor’ de marihuana.

LABORATORIO 'IN DOOR'

La detención durante la madrugada de 2 de octubre de aquel año en el marco del Plan Integral de Prevención y respuesta al Consumo Minorista de Drogas en Centros de Ocio y Esparcimiento, cuando una patrulla realizó un punto de verificación de vehículos y personas en La Cistérniga, concretamente en las inmediaciones de la citada discoteca.

Durante la identificación de los detenidos, en un registro superficial, los agentes les intervinieron 456,4 gramos de MDMA, 12 envoltorios de plástico con ‘cristal’ y 9 gramos de speed, todo ello dispuesto para su venta, así como una cantidad de dinero en efectivo y fraccionado que inducía a sospechar que fuera procedente de la venta de drogas.

Posteriormente, ante las sospechas de que en un domicilio ubicado en la localidad de Zaratán albergaran más drogas, los agentes realizaron un registro domiciliario, debidamente autorizado y coordinado por el Juzgado de Instrucción 4 de Valladolid, que se saldó con el desmantelamiento de un cultivo ‘indoor’ de cannabis sativa.

COCAÍNA EN UN BAFLE

En concreto, fueron aprehendidas 16 plantas en diferentes estados de crecimiento; 28,8 gramos de marihuana en cogollos, 41,1 gramos de MDMA, y un envoltorio de 2,7 gramos de cocaína oculto en un bafle de música. El piso pertenecía al vecino de Zaratán encausado, J.J.G.G, mientras que los otros dos

detenidos, M.A.D.A. y J.A.M.M, residían en otras localidades de fuera de Valladolid.

La Guardia Civil puso a los detenidos a disposición del Juzgado de Instrucción 4, que decretó su ingreso en prisión. Antes de esta vista, la misma sección de lo Penal de la Audiencia de Valladolid celebró juicio el pasado día 10 de enero contra el varón EA.G.P. por un presunto delito contra la salud pública después de que fuera sorprendido haciendo un pase de cocaína junto al camposanto de Alaejos.

El acusado, que ya era investigado por tráfico al menudeo, fue sorprendido 11 de septiembre de 2018

cuando, procedente de la provincia de Salamanca, donde reside, estacionó su vehículo, un Peugeot 407, cerca la necrópolis ya que había quedado con F.C.G.para realizar una venta de cocaína.

El juicio, más que arrojar luz sobre si el acusado fue realmente el pasador de la ‘coca’, sirvió para extender una opaca cortina para dilucidar quién era el vendedor y quién el cliente. Europa Press informó que la Guardia Civil reconoció en el plenario la imposibilidad de certificar con seguridad quién de los dos ejercía el papel de ‘camello’. El ‘acusado’, insistió en que era consumidor ocasional, y el propio testigo corroboró esta versión.

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