Diario de Valladolid

CONSUMO DE DROGAS

El cannabis mantiene el trono en Valladolid

La marihuana y el hachís en sus diferentes formas son las drogas más consumidas en Castilla y León, seguidas de las anfetaminas y la ketamina

Droga oculta en el paragolpes de un coche.

Droga oculta en el paragolpes de un coche.POLICÍA NACIONAL

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Valladolid

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Desde porros hasta rayas y ‘picos’. De manera recreativa, en fiestas o por pura dependencia. El consumo de drogas tiene muchas formas a día de hoy, y la cantidad de sustancias en el mercado es tan variada como los contextos en los que se consumen. Cada poco tiempo surge un nuevo producto que, por muy atractivo que resulte, no es capaz de competir con los estupefacientes más ‘clásicos’.

Al menos no en Castilla y León, donde las sustancias más consumidas se han mantenido inalteradas a lo largo de los últimos años. Así lo confirma el jefe del Grupo III de Estupefacientes de la Brigada Provincial de la Policía Judicial de Valladolid, Luis Fernández Rafael, quien señala a este periódico que la reina en lo que a drogas ilegales se refiere es el cannabis y otros derivados de la planta de la marihuana, principalmente el hachís. «Es la sustancia estupefaciente que más se consume, y que por extensión más se incauta en operaciones policiales», relata Fernández, quien apunta que hace unos años el consumo de hachís superaba al de cannabis, aunque ahora las tornas han cambiado.

A este aumento del consumo de cannabis en detrimento del hachís ha contribuido la aparición de plantaciones caseras a las que Castilla y León no es ajena. «Muchas organizaciones delincuenciales se están dedicando a la instalación de plantaciones propias», apunta al respecto el inspector Fernández, quien agrega además que «esto provoca una saturación en el mercado». «Ya no hace falta importar el cannabis desde Marruecos, sino que se consigue fácilmente en Valladolid. Incluso muchos particulares que no pertenecen a ninguna organización criminal y que disponen de recursos para cultivar esta planta en su propiedad, dan el salto y empiezan a vender los cogollos de cannabis en una actividad que resulta bastante lucrativa», apostilla.

Así, con el cannabis como la droga número uno en consumo, las siguientes sustancias con más incautaciones son, según traslada la Policía Nacional, el sulfato de anfetamina, más conocida como speed, la ketamina y la cocaína, todas ellas estimulantes. Al hilo de esto, Fernández añade que «la heroína ha bajado mucho su incidencia y solo se producen incautaciones en lugares muy concretos y a consumidores muy señalados».

Droga incautada por la Policía Nacional.

Droga incautada por la Policía Nacional.POLICÍA NACIONAL

Si variadas son las sustancias disponibles en el mercado, tanto o más lo son sus consumidores, aunque los perfiles se suelen repetir. En este sentido, Fernández destaca que «el consumidor de cocaína es el más clásico, pues esta sustancia que se vende a un precio muchas veces prohibitivo suele ser adquirida y consumida por personas de mediana edad, con un trabajo estable que les permite la independencia económica para conseguir las dosis».

Sin embargo, ese precio exorbitado ya no lo es tanto por la irrupción del speed. Antes, el gramo de cocaína podía ascender a 70 u 80 euros, pero ante la nueva competencia se puede encontrar actualmente por 50. En cualquier caso, sigue siendo más que los 25 que cuesta el speed, lo que convierte a este último en su «rival invencible, sobre todo entre jóvenes que desean ‘colocarse’ a un precio asequible», ya que esta sustancia tiene los mismos efectos que la ‘coca’.

El consumidor de heroína está, según la policía, «completamente localizado» y son, en su mayoría, «antiguos consumidores que han sobrevivido a la época negra de esta droga».

Finalmente, el inspector Luis Fernández traslada que «el cannabis y el hachís tienen el abanico más amplio de consumidores. Al ser sustancias depresoras que contienen analgésico, muchas personas la utilizan como relajante», matiza.

Las drogas más consumidas en Castilla y León son las que conoce todo el mundo, pero eso no evita que también lleguen al mercado nuevas sustancias que se ponen de moda sobre todo entre los jóvenes. Algunas como el ‘popper’ (nitrito de amilo y similares) son fáciles de ver en fiestas y locales de ocio nocturno. La que por el momento se mantiene alejada de Castilla y León, según confirma la Policía Nacional, es el temido fentanilo, un opioide que genera gran adicción.

Pero la radiografía actual del consumo de drogas en la Comunidad ha cambiado con el paso de los años, con unas sustancias que se han impuesto a otras. Fernández repasa que «en los años 80 y 90 la droga con más incidencia era la heroína, y en segundo lugar el LSD», esta última «prácticamente desaparecida» actualmente. El jefe del Grupo III de Estupefacientes de Valladolid recalca que en los años 2.000 y en adelante «tuvo el auge la cocaína, si bien está cediendo terreno a las drogas de diseño, que provocan efectos similares y a precios inferiores». Incluye aquí el ya mencionado speed, el MDMA y el éxtasis, entre otros, al mismo tiempo que reitera el aumento del consumo de cannabis en personas de edades muy distintas.

¿Y cómo llega toda esta droga a la Comunidad? Pues la respuesta vuelve a ser la variedad, siempre con el objetivo de ocultarla a la policía u otras autoridades. «La cocaína se puede encontrar disuelta en ropaje, en abrigos o alfombras o en líquidos», con lo que «luego se debe disponer de conocimientos químicos para convertir esa solución» en el polvo que se esnifa. Otras sustancias como la heroína, que se transporta en cantidades más pequeñas, «suele ser ocultada en cavidades corporales». En este sentido, Fernández advierte que «las condiciones higiénicas del transporte suelen ser mejorables», aunque reflexiona que «a los consumidores, que conocen perfectamente como es transportada esa droga, parece no importarles mucho ese detalle».

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