El PP municipal desafía a la dirección y lleva al pleno la petición de la capitalidad

El Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento sigue empeñado, erre que erre, en reclamar la capitalidad de la Comunidad para Valladolid y como anunció en su día el concejal y ex vicepresidente de la Junta José Antonio De Santiago-Juárez llevarán al pleno del próximo martes una moción para pedir a las Cortes de Castilla y León a que lo plasme así en la reforma del Estatuto.

Y lo harán solos, en contra de lo que piensan tanto la dirección regional del partido como la provincial. El secretario del PP en Castilla y León, Francisco Vázquez, ya rechazó la idea y advirtió de que la cuestión de la capitalidad ya se zanjó en 1987 con el compromiso de no tocar un asunto tan espinoso. Es decir, mejor dejarlo estar y no mover ese avispero. Y en la misma línea se pronunció el secretario del PP en Valladolid, Jesús Julio Carnero, concejal en el ayuntamiento de la capital hasta el pasado mandato.

La presidenta del Grupo Municipal Popular, Pilar del Olmo, ex consejera de la Junta hasta el pasado mandato, es consciente de que no va a encontrar respaldo en su partido más allá del que le presten los concejales de su grupo, pero defendió ayer la presentación de la moción como una «exigencia constitucional».

Del Olmo compareció sola, sin la presencia de su compañero de grupo De Santiago-Juárez, protagonista de la polémica desde que anunció en el pleno de septiembre, para sorpresa general, que reclamarían la capitalidad. A raíz de aquel anuncio le llovieron las críticas dentro y fuera de su partido: de los primeros por tocar un asunto que parece tabú y de los segundos, incluidos aquí buena parte de los grupos con representación en el Ayuntamiento, por no haber planteado la cuestión cuando era vicepresidente de la Junta y tenía mano en el gobierno regional.

La presidenta del PP admitió que no han recibido «ninguna llamada de nadie» del PP ni ellos se han puesto en contacto «con nadie». Del Olmo asume el malestar que puede causar en su partido la petición, pero a la vez puede apuntarse un tanto entre la ciudadanía vallisoletana al enarbolar la bandera de la capitalidad, que ya reclamó en 2010 el alcalde, Óscar Puente, aunque ahora no está claro si dará un apoyo explícito a la moción del PP.

El Grupo Municipal Popular recoge en su moción que el Estatuto se ha reformado en tres ocasiones, la última en 2007, y aunque se estudió la posibilidad de reformar el artículo tercero para fijar «definitivamente» la capital en Valladolid «por razones de oportunidad y de prudencia política siempre se decidió posponerlo para posteriores reformas».

Para la presidenta del PP está claro lo que se recoge en el artículo 147 de la Constitución cuando señala que los estatutos de autonomía deben establecer una sede para sus instituciones y el de Castilla y León no lo recoge. «Nuestro estatuto no está adaptado», dijo, y dado que las Cortes regionales tienen previsto la reforma de la norma básica de la Comunidad, Del Olmo consideró que «es el momento para fijar» la capitalidad en Valladolid. «Si no se hace ahora, con dos propuestas de reforma, ¿cuándo?, ¿dentro de 40 años?», preguntó la concejala del PP antes de añadir que «no entendería» que su partido no aprobara la propuesta si llega a las Cortes.

Sobre las críticas recibidas desde que se anunció su petición, las interpretó como una prueba de que Castilla y León se mantiene como una comunidad «con complejos de provincias» y advirtió de que la consecuencia de esta actitud es la «desafectación» y la ausencia de un «sentimiento autonómico».

Del Olmo hizo un llamamiento a quitarse «la boina provincial» y advirtió de que mientras una provincia no se alegre de que «les vaya bien» a los vecinos Castilla y León no alcanzará «la madurez democrática y autonómica».

Está por ver qué pasa en el pleno del día 1 y el respaldo que tiene la moción del PP entre los grupos municipales. Valladolid Toma la Palabra no lo considera una prioridad, Ciudadanos lo analizará hoy y el concejal de Vox, Javier García Bartolomé, dijo ayer que no está por la labor de prestarse a «este ejercicio de demagogia que la sociedad no demanda a los políticos», aunque todavía no tiene fijada su posición.

Queda la duda del PSOE. Puente dijo que veía a De Santiago-Juárez, con el que mantiene una buena relación, como un «francotirador» y añadió que no están en esa línea. Pero sería difícil para el PSOE explicar un voto en contra, incluso una abstención, cuando el propio Puente lo planteó en 2010. Claro que apoyarlo le acarrearía las críticas del resto de alcaldes de las capitales de provincia de la Comunidad. Ese es el dilema.