Pilarica reclama una Atención Primaria «más cercana a la población»

El tintineo de cucharas removiendo humeantes tazas de café marca los tiempos de una improvisada mesa de debate en una cafetería. No hay motivo de controversia entre sus cuatro tertulianos, más bien participan en una tormenta de ideas que, abrigadas por sus propias experiencias, buscan atacar una problemática común que comparten con otras 40.000 personas. José Luis, Argentina, Juan Manuel y José María son solo un ápice de miles de vecinos de la zona de Pilarica, donde la Sanidad lleva años sin rozar el aprobado.

Las inmediaciones de este barrio vallisoletano son una talla en miniatura del panorama nacional con servicios «envidiables» que poco a poco «se deterioran». La escasez de profesionales, espacios o medios es un factor común a otros puntos de la ciudad y del país, que también elevan su grito de guerra. «Saturación y distancia» son dos añadidos en esta particular protesta que, como ocurre con la propia zona, queda dividida por el paso de una vía del tren.

Cerca de «25 minutos andando» separan a quienes viven al este del trazado ferroviario del centro de salud que tienen asignado, el de Circunvalación –lo que fue el mercado central– en Pajarillos. «La peculiaridad de esta zona es que en ella convergen la gente mayor que habita en el casco antiguo y las familias jóvenes con hijos que se han instalado en los Santos-Pilarica», explica el presidente de la asociación vecinal. José Luis Alcalde calcula que suponen unas 7.000 cartillas, a las que se suman las 35.000 que residen al oeste de la vía y acuden al Pilarica-Circular, un consultorio «muy saturado». Entre ellos, un centro de especialidades toma el testigo del Hospital Clínico Universitario cuando así se requiere.

Puestas las cartas sobre la mesa, el tintineo cesa para dar paso a hipotéticas soluciones. «Lo ideal», comienzan reconociendo la escasa probabilidad de llevar a la práctica su petición, sería aprovechar las «parcelas dotacionales» de los Santos-Pilarica para construir un «centro mucho más cercano a la población». José Luis recuerda que el autobús «antes no llegaba» a esta zona que recientemente ha estrenado su escuela infantil Caballito Blanco. «Es cuestión de ir adaptándose a las nuevas necesidades que se plantean», sintetiza mientras sus compañeros de café asienten con la cabeza.

«¿Y si elaboramos un escrito para presentarlo de manera formal?», propone José María Curiel, otro de los miembros de la agrupación, con dos certezas que impulsan su idea: que el beneficio de ese nuevo centro «también llegaría a los barrios de Belén y Pajarillos» y que «hace falta presión por parte de todos los vecinos para ser escuchados».

La segunda solución pierde la coletilla de hipotética puesto que ya es una realidad, al menos para el Ayuntamiento de Valladolid que a principio de mes aprobó por unanimidad una moción presentada por los socialistas para instar al Gobierno regional a ampliar el centro de salud Pilarica-Circular. Una demanda que llegó al Consistorio de la mano de la asociación Bailarín Vicente Escudero que actuó como altavoz para «una solicitud de los propios profesionales», como concreta uno de sus miembros, Emiliano Babón.

«Hay cerca de 35.000 cartillas y muchas veces se produce hacinamiento», expone Emiliano tras remarcar que «los médicos tienen que compartir, en muchas ocasiones, un mismo espacio». El remedio para esta situación, a juicio de la agrupación Bailarín Vicente Escudero y como refleja la moción que llegará a las Cortes, pasa por «ganar espacio aprovechando el terreno dotacional de la casa cuartel, que es propiedad de la Junta de Castilla y León».

Desde hace más de 15 años, los escritos de esta asociación vecinal recibían «la callada como respuesta» a sus reivindicaciones, asegura Emiliano. Ahora, «con la fuerza que han cobrado en el Pleno municipal», confían en que el Ejecutivo autonómico «por fin» les escuche.

ampliación integral

José Luis, Argentina, Juan Manuel y José María secundan la petición que sus vecinos han conseguido hacer llegar a las instituciones. «La gente está muy quemada por la saturación que existe», apremia José Manuel Cristóbal, que pertenece a la coordinadora del consejo de salud del área Vadillos-Circular. Aplaude que el centro que urge ampliar es «uno de los mejores» en rehabilitación. «Los mismos fisioterapeutas han creado un grupo para gente con dolores crónicos, como una especie de gimnasia que se suma a los talleres para mujeres menopáusicas programados por la matrona», remarca para subrayar que «tener que realizar estas actividades en el centro cívico de Pilarica es un claro ejemplo de la saturación».

Argentina Antón pone el acento en las urgencias. «Son de pena», resume. A su juicio, el colapso de las consultas diarias lleva a la gente a «acudir al centro por la vía rápida» y, a su vez, los médicos «deben dejar su labor rutinaria para atender las urgencias». Una «pescadilla que se muerde la cola» que se acrecienta cuando un profesional «cumpliendo con sus derechos, coge vacaciones» puesto que «sus enfermos pasan a otro».

La falta de médicos también se refleja, para Argentina, en el «poquito tiempo que dedican a cada paciente». La media estipulada entre consulta y consulta ronda los «siete minutos» que es «más o menos lo que puede tardar una persona mayor en desnudarse».

Carencias a las que José María añade las «kilométricas» listas de espera para una prueba que, incluso llevando «la coletilla de urgente», supera los tres meses.

La conclusión que los vecinos de Pilarica extrajeron del café fue la «necesidad de una ampliación integral»; es decir, física, material y personal. «Sabemos que ahora es complicado pero una sociedad tiene que aspirar siempre a mejorar sus propios beneficios para avanzar», sentencian.