El PP cambia el sol por sombra y truenos

EL PARTIDO POPULAR inició ayer el curso político en Ávila por segundo año consecutivo, por aquello de que su presidente nacional, Pablo Casado, ha sido diputado por la circunscripción abulense entre 2011 y 2019.

Además, el hecho de contar con una vivienda en Las Navas del Marqués, hace que tenga aún más lazos que le unen a una tierra en la que reconoció haber «aprendido mucho», primero como diputado ‘raso’ y después como vicesecretario de Comunicación y presidente nacional en la última etapa.

Estos vínculos fueron por los que el año pasado decidiera comenzar en la capital abulense el curso político; sin embargo, en aquella ocasión lo hizo a plena solanera en la explanada del Centro de Congresos y Exposiciones “Lienzo Norte”. Aunque era 2 de septiembre, muchos de los 300 asistentes de ayer aún recordaban el calor que tuvieron que soportar en aquella ocasión.

Quizá por eso, ayer el escenario escogido fue uno bien distinto, aunque no muy alejado del de 2018. Se trataba de los acogedores jardines del Parador de Turismo Raimundo de Borgoña, donde los asistentes pudieron disfrutar de una agradable mañana, pero a la sombra de los árboles de este privilegiado espacio situado junto a la muralla, con la singular espadaña del Carmen como fondo.

Todos los presentes lo agradecieron, tal y como recordó al inicio de su intervención el presidente de la Junta y del PP de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco. Bien es cierto, que ayer, aunque hacía algo de calor, las nubes echaron una mano en una mañana en la que durante la intervención de Pablo Casado comenzaron a escucharse algunos truenos, que pese a presagiar lluvia, esta no descargó.