BAR DE HORNILLOS
Cristales de yeso en el plato
![Carmen y José María con sus hijos, José y Juan, y su hija Atenea en el comedor del Bar de Hornillos delante de la panorámica del pueblo.](https://imagenes.diariodevalladolid.es/files/image_media_main_mobile/uploads/2025/01/06/677bb03b6a10b.jpeg)
Carmen y José María con sus hijos, José y Juan, y su hija Atenea en el comedor del Bar de Hornillos delante de la panorámica del pueblo.
José María Aguilera es un andaluz de Almería que no ha perdido ni el acento, ni el oficio de cocinero. Junto a la palentina Carmen Pérez decidió hacerse cargo del bar del pueblo. Y lo están haciendo bien. Menús diarios entre doce y trece euros, con tres primeros y tres segundos. Esto suena a música celestial ante tantos pueblos con bares sin una puñetera bolsa de patatas fritas. José y Juan, sus dos hijos, echan una mano al negocio familiar. Por lo tanto, estamos ante un proyecto de emprendimiento gastronómico con una fuerte responsabilidad social, pues el ayuntamiento ha puesto todos los medios. La respuesta de Carmen y José María se traduce en unos buenos callos, alubias con almejas, el cocido de los jueves, bacalao, carrilleras y asados por encargo y, además, comidas para llevar. A la carta se puede comer por 20-25 euros. Lo mejor de Hornillos de Cerrato es que el bar está abierto a diario. Desde el café de por la mañana, el vermú del mediodía, el menú diario, el servicio de terraza y siempre hay raciones hay raciones. Que nadie se rasgue las vestiduras por el comentario de esta semana. Desde el más estricto fundamento gastronómico, os propongo una comanda de la cocina rural palentina y cerrateña que, si ya ha logrado convencer a sus vecinos, muy pronto se ha de enfrentar a recibir centenares de comensales que visitarán las minas de yeso de Hornillos de Cerrato. Y ojo al dato, porque se convertirán, sin duda, en una de las diez maravillas de los productos turísticos rurales en Castilla y León. Ahí lo dejo. Algo que también obligará al jefe de cocina a ir modificando y ampliando la comanda. Por ahora, basta con ese trato familiar, el oficio y el que toda la familia está convencida de lo que hace.