Diario de Valladolid

BURGOS

El ‘poli’ que detecta drogas al volante

nvestigadores de la UBU y estudiantes de Formación Profesional crean un sistema automático de reconocimiento facial que paraliza el vehículo cuando el conductor está bajo los efectos del alcohol u otros estupefacientes

Integrantes del grupo que ha desarrollado un proyecto que consiste en un sistema automático de reconocimiento facial antidrogas.-EL MUNDO

Integrantes del grupo que ha desarrollado un proyecto que consiste en un sistema automático de reconocimiento facial antidrogas.-EL MUNDO

Publicado por
Estibaliz Lera

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Son muchas las campañas para concienciar a la población sobre el consumo de alcohol al volante, pero ¿qué pasa con las drogas? Son armas silenciosas en carretera. No dan pistas y se escabullen a la mayoría de los controles. La gravedad reside, además de en la peligrosidad que supone conducir bajo los efectos de estupefacientes, en la falta de conciencia de hacerlo drogado.

El problema se encuentra, por tanto, en que nada ni nadie puede paralizar a una persona que quiera coger un coche aunque haya consumido sustancias psicoactivas. Sin embargo, un grupo de investigadores de la Universidad de Burgos (UBU) y estudiantes de Formación Profesional de Soria y Burgos ha decidido darle el alto a través de un sistema de reconocimiento facial antidrogas. «Nuestro proyecto está orientado a la seguridad vial y ciudadana, con el objetivo de resolver el problema de acabar con todo tipo de accidentes y muertes debido a los conductores ebrios», explica Adrián Arnaiz, representante del equipo de trabajo.

Sarfad –así se llama el dispositivo– consta de una cámara, un software de reconocimiento facial, un alcoholímetro, un sensor en el asiento del conductor que activa todo el sistema y un software que controla el encendido del vehículo.

Según cuenta, está orientado a grandes empresas de automóviles, autobuses y taxis... Por ello, solicita apoyo a la Dirección General de Tráfico (DGT) y empresas de seguros que se verán «beneficiadas» por la invención. «Queremos desarrollar un sistema que impida a todo conductor ebrio o bajo la influencia de otras drogas que pueda mover el coche, y así acabar con las muertes, los accidentes, incluso, con las multas», resume.

Arnaiz señala que se trata de «una solución eficaz y tecnológicamente avanzada» a «un gran problema» que acompaña a la sociedad desde hace muchos años. «Aunque parecía que poco a poco la gente se estaba concienciando, en los últimos años se han vuelto a incrementar tanto las multas por alcohol y drogas al volante, como los accidentes y muertes en carretera», expone el estudiante de Ingeniería Informática de la UBU.

La mayor parte de los componentes son sencillos y forman parte del día a día. Por ejemplo, el sistema de reconocimiento facial, tal y como señala, puede parecer una tecnología propia de las películas de ciencia ficción, sin embargo, se encuentra en elementos cotidianos como los móviles. Además, añade que sirve para que la persona que hace las pruebas sea la misma que después va a conducir.

En este punto, es donde radica la diferencia con otros sistemas del mercado que, según valora, son «liosos». «Sarfad ofrece una seguridad inmensa. De hecho, tras hacer un pequeño estudio de mercado, el 100% de los consultados contestaron que sí que comprarían un vehículo con este dispositivo».

Respecto a las ventajas, asegura que la principal es «que no se produzcan muertes en carretera y noticias de conductores que dan positivo en controles rutinarios». «Eso supondría», prosigue, «un beneficio social inmenso, tanto para las propias familias como para todo el mundo en general. Se reduciría el porcentaje de siniestros y los costes personales y materiales», incide el investigador.

Otra virtud es la eliminación de multas aunque, en su opinión, no es una cuestión prioritaria.

Además, tal y como manifiesta, con este dispositivo se conseguiría «una concienciación mayor» que con miles de anuncios. «Algunas personas piensan que este sistema sería un rollo a la hora de montarse en el coche, pero, cuando se pusieron los cinturones de seguridad la gente decía lo mismo, ¿no?», reflexiona.

La idea surgió en un evento llamado SpinUp organizado por la Junta de Castilla y León en colaboración con la Fundación Junior Achievement España. El tema de partida era el automovilismo y, a partir de ahí, este equipo decidió poner encima de la mesa Sarfad. Consiguió la medalla de bronce y ahora trabajan en un plan de negocio para que su dispositivo se alce con el máximo galardón. Sea cual sea el resultado, este grupo –compuesto por Nicole Gutiérrez , Ana Marrón, Pilar Olivé, Alberto Pinilla Ruiz y Adrián Arnaiz– se llevará «la gran experiencia» que les ha ayudado a activar el cerebro de una manera diferente, «como si fuéramos a crear una empresa», apostilla.

De cara al futuro, los estudiantes compaginarán sus estudios con el proyecto. De hecho, aunque cada uno busca un futuro profesional, no se cierran puertas a seguir innovando y a llevar a cabo más ideas.

Este programa, que también premió a My Car App y Aeroeco, está dirigido tanto a alumnos de ciclos de Formación Profesional, como a universitarios, que tengan una idea emprendedora, o quieran emprender y no saben cómo.

La primera fase consistió en la realización de campamentos en Salamanca, Valladolid, León y Burgos, donde se forjaron grupos interdisciplinares que se pusieron manos a la obra para arrojar ideas que, algún día, se podrán hacer realidad.

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