Pezzolano todavía seguía allí
El técnico del Real Valladolid dirigió con total normalidad la primera sesión de entrenamiento de la semana / Toda la plantilla estuvo a disposición del técnico

Filippini, Speranza y Pezzolano durante el entrenamiento
Tras lo sucedido en Getafe, las miradas se centraron, sobre todo, en dos figuras: la de Ronaldo y la de Pezzolano. En el presidente por lo que sucedió fuera del Coliseum, para ser concretos, en Brasil dentro de una pista de tenis. En el entrenador por lo que ocurrió en el terreno de juego - y en el túnel de vestuarios al descanso -.
Tras una derrota así, ante un rival directo, sorprendió la presencia de Camilo Speranza en rueda de prensa, en lugar de la del técnico. Después, el autobús volvió sin varios futbolistas que se quedaron en Madrid para aprovechar sus dos días de descanso.
Pezzolano desapareció desde el viernes en el entretiempo hasta el lunes, con la primera sesión de entrenamiento de la semana. Pese al ruido generado alrededor de su continuidad, provocado, sobre todo, por la crispación social que se respira entre los aficionados del Pucela.
Augusto Monterroso escribió el cuento más corto del mundo: «Cuando despertó, el dinosaurio todavía seguía allí». Al igual que Pezzolano, quien, pese a todo, ha dirigido con total normalidad el entrenamiento inicial para preparar un dificilísimo encuentro frente al Atlético de Madrid en el José Zorrilla, el cual el técnico vivirá desde la grada por la sanción impuesta en la última jornada.
Como es habitual, los lunes aquellos jugadores que formaron parte del once inicial realizan menos trabajo para igualar cargas con los que no participaron o jugaron menos minutos. Asimismo, Pezzolano se incorporó alrededor de 20 minutos después de que la práctica diera comienzo, junto con Bruno Mazziotti. Algo habitual desde su llegada y, por tanto, no llamó demasiado la atención de los asistentes que conocen ya el itinerario de trabajo del uruguayo. El entrenamiento comenzó a las 11 de la mañana, y unos pocos minutos después de las 12 ya había terminado. El ambiente serio imperó ante los pocos aficionados que se acercaron a los Anexos.
La parte positiva fue la presencia de todos los jugadores de la plantilla ejercitándose con el grupo. Una imagen atípica y que hacía tiempo que no se observaba por las circunstancias que se ha encontrado el Real Valladolid a lo largo de la temporada. Pezzolano todavía seguía allí, y seguirá, al menos, hasta este fin de semana. Después se verá.