El Real Valladolid Baloncesto 3.0 echa a andar

Vuelta al cole, vuelta al trabajo. El baloncesto de élite en Valladolid representado por el UEMC Real Valladolid Baloncesto de LEB-Oro arrancó en la mañana de l lunes aunque de forma incompleta por la ausencia de tres de sus jugadores:  Melwin Pantzar y Herve Kabasele, con sus selecciones, y Kevin Allen , con problemas burocráticos en la obtención de su visado.

Primer día de curso del Real Valladolid Baloncesto 3.0 tras su alianza y dependencia con el club de fútbol,  marcado por los protocolarios reconocimientos médicos y las pruebas físicas a las que fueron sometieron los jugadores blanquivioleta.

La primera sesión del curso tras la breve charla inicial de presentación con la directiva del club, Paco García dobló sesión con el objetivo de dar entrada poco a poco a la carga de trabajo que comenzará a partir del próximo jueves ya con la plantilla al completo con el regreso de los internacionales y si logra solucionar sus problemas de visado Kevin Allen.

Quizás con la plantilla más competitiva o más complementada desde que cobrara vida el nuevo club CBC Valladolid tras la desaparición del CB Valladolid, y con un viejo sabio como es Paco García al frente en su segunda etapa tras coger las riendas del equipo en el tramo final de la pasada campaña, el técnico vallisoletano se mostraba ilusionado en este arranque. «Es un día de muchas sensaciones y de muchas emociones con ganas de comenzar el trabajo. Les he explicado a los jugadores en este primer día las pautas de trabajo a seguir. Los jugadores han llegado en buena forma sin nadie subido de peso y eso es una muy buena señal».

Paco García da valor al poder trabajar con jugadores que ya le conocen . «Que haya siete jugadores de once que han entrenado conmigo es tener mucho terreno ganado a nivel de entendimiento y y hará más fácil el acople de los nuevos. Prácticamente todos hablan y entienden el castellano y eso también ayuda».

A las primeras de cambio el técnico vallisoletano no duda en hacer un llamamiento a la ciudad. «Necesitamos afición y una masa social. Es un motivo de envidia que el fútbol arrastre a tanta gente. Superar los 2.000 abonados es el objetivo porque es una cifra creíble. Si no lo alcanzamos será difícil el poder crecer».