Diario de Valladolid

BALONCESTO. LA RUTA Ñ-2016 HACE ESCALA EN VALLADOLID

Baño de autoestima en Pisuerga

España, tras un inicio demoledor deleita en Valladolid y pasa por encima de Venezuela

Pau Gasol efectua un gancho ante la impotente defensa de Venezuela ayer en el pabellón Pisuerga-MIGUEL ÁNGEL SANTOS

Pau Gasol efectua un gancho ante la impotente defensa de Venezuela ayer en el pabellón Pisuerga-MIGUEL ÁNGEL SANTOS

Publicado por
Guillermo Velasco
Valladolid

Creado:

Actualizado:

Un día como ayer, un 25 de julio, de hace 17 años el baloncesto masculino español decidió cambiar la historia. La medalla de oro lograda en el Mundial Júnior de Lisboa de 1999 por aquel grupo de osados jugadores de la quinta del 80 abrió la puerta de la historia. Una historia en la que España derribó los muros de la lógica erigiéndose en un protagonista... eterno. Hoy, 17 años después, la semilla de aquella selección, Pau Gasol, Juan Carlos Navarro y Felipe Reyes, siguen dando frutos ejerciendo de escaparate y linterna de una España, la España de Gasol, Navarro, Reyes y compañía, favorita pese al paso de los años, para subir a lo más alto del cajón.

Como hiciera hace cuatro años ante Gran Bretaña, España se examinó en el pabellón Pisuerga en una ciudad por y para el baloncesto pese a que las exigencias de un guión cruel pero real tenga apartado hoy a Valladolid de la élite.

Valladolid acudió en masa a la llamada del baloncesto de altos vuelos. El ambiente, por unos momentos, hizo recordar las electrizantes tardes del Fórum del pasado. El gancho de la siempre eficiente marca España (al menos en cuanto a baloncesto se refiere) no defraudó. Pisuerga volvió a colgar el cartel de ‘no hay billetes’ para ver muy posiblemente la penúltima vez (la última será en Zaragoza dentro de tres días) a un equipo irrepetible que a buen seguro se fracturará víctima de las retiradas tras los Juegos Olímpicos.

España fue un ciclón y se dio ayer ante más de 6.500 espectadores, un baño de autoestima para borrar las dudas que generaron los dos duelos perdidos ante Lituania e incluso la victoria, mísera, ante Venezuela, su rival de ayer.

No hubo vendetta de ‘la vinotinto’. Todo lo contrario. La España de los Gasol y compañía no hizo ningún miramiento hacia su impotente rival, vigente campeón de América, para destrozarlos, para ridiculizarlo a menos de dos semanas vista de la cita olímpica.

El partido se quedó sin historia a las primeras de cambio ante el ilusionado y ala vez sediento público vallisoletano. En un abrir y cerrar de ojos el partido llegó a su fin con el 14-0 inicial. La cara de Venezuela era todo un poema. Tardó nada menos que casi seis minutos en anotar su primera canasta. Al más puro estilo Scariolo las defensas flotantes, mutantes y cambiantes de España fueron un muro infranqueable para una selección venezolana convertida en liliputienses ante el gigante Gulliver.

Solo el escolta del Maccabi Haifa Gregory Vargas fue capaz de estar a la altura de las circunstancias no entrando en el saco común del ridículo de sus compañeros.

La máquina española, ayer engrasada en su hasta ahora asignatura pendiente, los triples (9 de 20), carburó sin piedad ampliando las rentas sin importar quienes hacían sonar el toque de corneta (sin Abrines ni Rudy Fernández) hasta una máxima que alcanzó los 41 puntos. Solo en el último cuarto, con todo el pescado vendido, Venezuela logró maquillar el resultado hasta el definitivo 91-55.

tracking