Eloy Arribas, de Valladolid a Cuba con su arte áspero y urbano

Este jueves, 24 de abril, cumplidos sus primeros diez años de vida, la galería de arte El Apartamento –con sedes en La Habana, Madrid y Miami– inaugurará la primera de las dos exposiciones colectivas programadas para celebrarlo, con las que mostrará las obras de sus artistas, a uno y otro lado del Atlántico.

Así, mañana, en Cuba, abrirá las puertas a la muestra Década. Volumen I, que reunirá trabajos de creadores cubanos como José Bedia 1959), Ariel Cabrera (1982) o Ariamna Contino (1984) –hoy afincada en España–, junto a los de artistas españoles como la salmantina Andrea Gómez (1989) y el pontevedrés Diego Omil (1988), pareja artística que forma Los Bravú, o el vallisoletano Eloy Arribas (1991). En mayo, en Madrid, la exposición tendrá su correlato con la colectiva Volumen II.

El espacio que dirige Christian Gundin –que ya mostró la obra de Arribas y Los Bravú en Los Ángeles, California, el pasado mes de febrero– pretende establecer «una conexión que trasciende lo geográfico y lo temporal» para ofrecer una panorámica de su propia historia.

«Hace algunos años Eloy comenzó a trabajar con moldes de cera y descubrió cómo usar ciertas técnicas sobre superficies, creando pinturas», advierten desde El Apartamento sobre el trabajo del vallisoletano, que a lo largo del pasado año ha trabajado en la serie El palacio. «Eloy trabaja en un molde único de cera en el cual rasca y dibuja para crear una especie de dibujo/grabado en negativo. Luego hace un strappo en el molde, lo que le da la imagen positiva, que es la pintura final. Lo interesante es que cada vez que ralla en el molde un nuevo dibujo/grabado nunca conserva los anteriores y todos estos forman parte de la densa trama visual de la nueva obra. Utiliza los dibujos, accidentes y restos de cada pieza para desarrollar la siguiente, estableciendo una serie continua de pinturas», abundan.

Desde la galería reseñan el íntimo vínculo en la obra del vallisoletano con los «procesos relacionados con las ideas musicales de ritmo y tiempo».

«La pintura de Eloy Arribas llama la atención debido a sus superficies únicas: desgastadas, ásperas y muy elaboradas. Parecen esculpidas directamente, como cuando las personas tallan nombres en paredes urbanas. Su técnica intrigante evoca un proceso de eliminación, como esculpir arcilla, y recuerda al concepto de palimpsesto, con capas anteriores parcialmente visibles. Aunque sus marcas caóticas crean una atmósfera frenética, las equilibra con una paleta restringida y figuras casi infantiles que se fusionan con el fondo», añaden.

Eloy Arribas ha protagonizado individuales en galerías y museos como Herrero de Tejada y Miquel Alzueta, o el DA2 Museo de Arte Contemporáneo, y colectivas en espacios como Galería ArtNueve, el Museo Patio Herreriano, The Clemente Center NYC o Stellar Projects, entre otros.