ESPÍRITUS LIBRES - SANTIAGO MARTÍN / DIRECTOR DE EMBUTIDOS FERMÍN
«Es un sueño que siempre tuve: ser cirujano taurino»
De la añada del 60 y natural de La Alberca. Serrano hasta la médula. Licenciado en Medicina, tras ejercer varios años como médico rural, regresó al pueblo para apoyar a su familia con la pequeña carnicería que regentaba, un negocio que elaboraba sus propios embutidos y no vendía más de dos mil jamones al año
Ahora es una fábrica a pleno rendimiento, con cerca de cien trabajadores, enfocada en la exportación de productos del cerdo ibérico y con una facturación de 15 millones de euros. El producto estrella es un auténtico manjar: el jamón de bellota 100 % ibérico. Soñó con ser cirujano taurino y cada día mejora con el tamboril

Santiago Martín, en su bodega familiar, en el municipio salmantino de La Alberca
El anterior entrevistado, Jesús Cobo, hizo esta pregunta sin saber a quién iba destinada:
Pregunta.- ¿Cómo combatirías la desinformación en las redes sociales?
Respuesta.- Es complicado. La verdad es que yo no soy de redes sociales.
P.- ¿Qué es para usted ser un espíritu libre?
R.- Alguien que se rige por su conciencia, tiene criterio propio y procura ser consecuente.
P.- ¿Cómo se gana la vida?
R.- Elaborando productos del cerdo ibérico y llevándolos más allá de nuestras fronteras.
P.- ¿Qué le gustaría ser de mayor?
R.- Cirujano taurino.
P.- ¿De qué se siente más orgulloso?
R.- De haber abierto las puertas del mercado americano a los productos ibéricos.
P.- ¿Tiene algún sueño por cumplir?
R.- Ser un buen médico.
P.- ¿Qué es para usted el amor?
R.- Vivir en sintonía con todo lo que te rodea, saber escuchar, comprender y recibir.
P.- ¿Qué tal se lleva con Dios?
R.- Bien. Le cuento lo que me pasa, le pido lo que necesito, le agradezco lo que me regala cada día y no suele defraudarme.
P.- Otro espíritu libre al que admire.
R.- Mi padre, Fermín, mi maestro, de quien aprendí todo lo que sé. Y Tito, mi amigo y paisano que tanto hace por la sierra.
P.- Santiago, ¿cuántas veces le han llamado Fermín?
R.- Cada día y estoy muy orgulloso de que sea así.
P.- ¿Cómo eran aquellos años en los que ejerció como médico con respecto a la atención sanitaria actual a los núcleos rurales?
R.- Era una relación más auténtica, una persona acudía al médico para que le resolviera el problema. Ahora es como un expediente previo para que te manden al especialista a Salamanca.
P.- ¿Se ha arrepentido de haber dejado la medicina por el sector empresarial?
R.- Sí, muchos días, hasta que me di cuenta de que ya no merecía la pena seguir arrepintiéndome.
P.- ¿Cómo está hoy el sector del ibérico?
R.- En un momento muy bueno, es un sector fuerte, al margen de las amenazas que sobrevuelan. Se han recuperado mucho los precios para los industriales y los ganaderos.
P.- Cuando conoció a José Andrés en Estados Unidos, ¿ya había empezado a dar los pasos con el jamón?
R.- Precisamente lo conocí en Washington, hace más de 20 años, en uno de sus restaurantes, donde me entrevisté con él para decirle que por fin iba a poder tener allí el jamón ibérico y nos hicimos socios.
P.- ¿Cómo ve el tema de los aranceles de Trump?
R.- Con total incertidumbre. El 10 % que tenemos ahora ya nos ha puesto en una situación delicada y, si suben más, tendremos serias dificultades.
P.- ¿Podríamos tener competencia en los próximos años en China con cerdos grasos que entraran en el mundo del jamón?
R.- Podría ser, porque esas razas existen y ya están intentando competir con el ibérico, pero si mantenemos el 100% de la raza ibérica en su pureza, podremos defendernos.
P.- Con la proliferación de las carnes rojas del ibérico: secreto, carrilleras, solomillo, pluma... ¿Qué dejamos para el chorizo?
R.- Recortes de jamón, paleta, cabeceros, manto… carnes que también son muy buenas.
P.- Además de empresario, durante doce años fue alcalde. ¿Qué supuso esa etapa?
R.- Aprendí mucho. Más que un gran gobernante, fui un gestor que hizo bastantes cosas por el pueblo y eso es lo que queda.
P.- ¿Cómo ve el problema de la despoblación?
R.- En La Alberca tenemos suerte porque hay industria, hostelería y turismo que generan muchos puestos de trabajo, pero la despoblación rural es un hecho preocupante.
P.- ¿El bocadillo de jamón subsistirá a pesar de la hamburguesa y del kebab?
R.- Sí, el jamón es el rey en cualquier acontecimiento y gusta a todo el mundo. El jamón, si es bueno, tiene garantizada su supervivencia por los siglos de los siglos.
P.- El jamón serrano de toda la vida, ¿es el hermano pobre de la familia?
R.- En el serrano hay mucha variabilidad de raza y alimentación. Nosotros hacemos un jamón serrano muy bueno, que se cura dos años, pero en el mercado hay jamones serranos muy malos que se curan en ocho meses.
P.- ¿A qué huele una loncha de jamón ibérico?
R.- A campo, a dehesa, a toro bravo, a cerdo, a cultura.
P.- ¿Cuánto cuesta un buen jamón?
R.- Si es etiqueta negra, en torno a 40-50 euros/kilo. Un jamón de 7-8 kilos puede valer 400 euros tranquilamente.
P.- Déjeme una pregunta para el siguiente entrevistado.
R.- ¿Qué es lo que más valoras en tu vida?