Un ataque de lobos se salda con tres ovejas muertas y tres heridas en una explotación de Cerezal de Aliste

Un ataque de lobos dejó ayer tres ovejas abocadas a parir muertas y otras tres heridas, “que no pueden casi ni respirar y que morirán en breve” en una explotación de Cerezal de Aliste (Zamora), según denunció el ganadero, José Antonio Antón. “Si el lobo comiera una oveja y se largara, no pasaría nada, pero es que se divierte matando porque tiene instinto criminal. Yo soy muy mayor y recuerdo, cuando era niño, destrozar un rebaño en una noche. Lo que pasa es que, por aquel entonces, se podía matar el lobo. Ahora matas uno y vas a la cárcel”, afirmó, en declaraciones a la agencia Ical.

El ataque a la explotación, que cuenta con 450 ovejas, se produjo durante la madrugada del pasado domingo dentro de un recinto protegido por una valla de 1,70 metros de altura. “El lobo saltó como si nada. No lo acabo de entender y llevo toda mi vida con las ovejas. Los forestales me dicen que es normal pero a mí no me lo parece. Los lobos que echan son más peligrosos que ninguno”, observó. “El cercado está a veinte metros de la N-122. Que saltara por donde saltó, con espino por arriba, no soy capaz de entenderlo”, añadió.

En este contexto, José Antonio Antón comentó a Ical, desolado, que le quedan “justo veinte días” para jubilarse, ya que el próximo día 27 de noviembre cumplirá 65 años. “Se quema uno. Yo no tengo que ver nada con los lobos de Segovia, de Salamanca o de Sayago”, señaló. “Que los ricachones que tienen mucho ganado metan en su cercado 200 lobos y los alimenten. Eso se lo dije a muchos ecologistas. Estamos dando nosotros de comer al lobo para que algunos se diviertan, sobre todo los que no tienen ni zorra idea de lo que es el campo”, concluyó.