Mañueco advierte de que sólo le gusta la bicefalia con «carácter temporal»

«No me gusta el modelo de bicefalia». Así de tajante fue Alfonso Fernández Mañueco, uno de los precandidatos a la presidencia del PP de Castilla y León, ante la posibilidad de que, en las elecciones autonómicas de 2019, el candidato a dirigir la Junta sea una persona distinta a la que lidere el partido.

«Con carácter general, no me gusta ese modelo en el que la presidencia institucional va por un lado y la del partido por otro», reconoció Mañueco en un encuentro con los medios previo a la reunión que mantuvo con simpatizantes en Valladolid. El aspirante salmantino concedió que esta posibilidad se prolongue durante el tiempo que Juan Vicente Herrera siga al frente del gobierno autonómico, aunque siempre como algo «provisional», descartando un modelo que flota en el aire desde que, el pasado 24 de febrero, el propio Herrera pidiese una reflexión en la Junta Directiva del partido sobre la conveniencia de mantener unidos ambos cargos tras reconocer que no le había dedicado tiempo al partido.

Mañueco apostó por «renovar» el proyecto del partido y se marcó como objetivo, si obtiene el respaldo de las urnas, recuperar el voto de las clases medias y de los jóvenes. «En los últimos años, se han ido a otras formaciones o se han quedado en casa», explicó el precandidato, que abogó por utilizar las nuevas tecnologías «para acercarse a la realidad».

El también alcalde de Salamanca sacó músculo de su «dilatada experiencia» tanto en el partido como en distintos cargos institucionales para defender su candidatura. «He hecho de todo y he asumido responsabilidades de todo tipo», proclamó el precandidato tras asegurar que contaba con «juventud, fuerza, ilusión y ganas» para presidir el PP regional. «Hablo a la gente desde mi corazón al suyo», apostilló.

Mañueco se marcó también como objetivos si triunfa hoy mejorar la coordinación entre la dirección regional y las nueve provincias para constituir un «engranaje perfecto» que equilibre la Comunidad y trabajar para fomentar el municipalismo, así como reforzar el vínculo entre los cargos políticos y la militancia, un impulso que pasaría por encuentros periódicos entre ambos componentes del partido.

En cuanto al traumático desarrollo de las primarias, el precandidato evitó entrar en polémicas y alabó la «neutralidad y escrupulosidad» de la dirección provincial encabezada por el antiguo presidente de la Diputación de Valladolid Ramiro Ruiz Medrano, presente en el encuentro. De este modo, evitó pronunciarse sobre las quejas de militantes excluidos del censo electoral por no estar al día con las cuotas y sobre el dinero exigido a los afiliados a Nuevas Generaciones en algunas provincias y mostró su respeto por las decisiones que tome el comité organizador.

Mañueco también restó importancia a las declaraciones a favor de la precandidatura de Antonio Silván –el otro aspirante a presidir el partido– expresadas por algunos de los miembros de gobierno autonómico y defendió la «limpieza» y el «respeto» que, a su juicio, han sido la tónica habitual en la breve campaña electoral de las primarias populares. «Estamos dando ejemplo a Castilla yLeón y a toda España», subrayó.

El contrincante salmantino tendió una mano a todo el partido en caso de resultar ganador y recalcó su voluntad de «contar con todos». «Todos somos necesarios», sostuvo, para después insistir en que el proceso que tiene hoy su fecha decisiva va a desembocar en un PP «fuerte y unido, tal y como hemos estado hasta ahora».

Encuentro en Valladolid . El acto de Alfonso Fernández Mañueco contó con la presencia tanto de afiliados como de muchas de las caras visibles del PP castellano y leonés. No estuvo presente el presidente de la Diputación y secretario provincial, Jesús Julio Carnero, pero sí el presidente del PP vallisoletano, Ramiro Ruiz Medrano.