Investigan a tres abulenses por la presunta estafa a aseguradoras para cobrar la indemnización por la muerte de caballos
Las dos fases de la operación nacional que ha desmantelado la red se han saldado con cuatro detenidos y 24 investigados
La Guardia Civil, en el marco de la operación 'PICAR2', desmanteló una organización criminal dedicada a estafar a compañías de seguros mediante el cobro fraudulento de indemnizaciones por la muerte de caballos. En el marco de la actuación policial a nivel nacional se investiga a cuatro abulenses por su presenta participación en los hechos, según informaron hoy fuentes del instituto armado.
Entre las dos fases de la operación fueron detenidas cuato personas y se investiga a otras 24, a las que se les imputan los delitos de Pertenencia a Grupo Criminal, Maltrato Animal, Falsedad Documental y Estafa Continuada. Entre los detenidos e imputados en Ávila, Alicante, Jaén, Granada, Córdoba, Vizaya, Zaragoza, Cádiz y Sevilla figuran propietarios de establecimientos ecuestres, veterinarios, falsos propietarios de los caballos y conductores de vehículos que simulaban accidentes.
La operación se inició en junio del pasado año, a raíz de una denuncia presentada por un representante de una compañía de seguros en la que ponía de manifiesto las posibles anomalías en las indemnizaciones a pólizas de animales, teniendo conocimiento de cuatro siniestros equinos. A dos de estos caballos se les había conducido a la muerte por medio de la eutanasia, los cuales estaban asegurados por 19.000 euros. A otros dos caballos se les había diagnosticado muerte por cólico agudo, estando asegurados por 24.000 euros.
Los agentes pudieron comprobar que las muertes de los équidos se estaban produciendo en poblaciones alejadas entre sí, en lugares diferentes del habitual de su estabulación y con proximidad cronológica, detectando contradicciones en las manifestaciones tomadas a sus propietarios.
Investigación en Ávila
Los agentes también comprobaron, tras realizar una inspección en una explotación equina de Las Navas del Marqués y en otra de Navalperal de Pinares, ambas en la provincia de Ávila, como un veterinario oficial había efectuado un cambio de titularidad en un documento de Identificación Equina, actividad para la que no está facultado ya que tal cometido corresponde por normativa legal a la Asociación Nacional de Criadores de Caballos de Pura Raza Española.
Dicho cambio había sido realizado sin contar con el permiso del propietario del animal. Fruto de estas investigaciones la Guardia Civil pudo comprobar que la organización venía realizando este tipo de operaciones con los equinos para obtener sustanciosas cantidades de dinero que solicitaban de las compañías aseguradoras, bien de sus caballos o de terceros.
La organización utilizaba caballos que decían ser de pura raza española sin ser así. En la mayoría de los casos los veterinarios implicados en la trama, sin nunca haber visto a los animales, certificaban o informaban de unas identidades en las que se les valoraba muy por encima del precio de mercado, aludiendo a sus excelentes cualidades de doma, porte, apariencia física. Estas tasaciones se realizaban sin hacer ningún tipo de exámenes precompra, practica muy extendida en el mundo relacionado con el caballo, especialmente cuando se trata de animales de pura raza, de cierto valor económico.
Sacrificio con eutanasia
Los agentes pudieron constatar también que los animales accidentados eran sacrificados mediante eutanasia por los veterinarios implicados y que no se correspondían con las identidades declaradas aunque sí tenían semejanza en su capa que les hacía pasar por aquellos. Asimismo sacrificaban animales que no tenían ningún valor por su doma y procedían a la venta de los animales 'fallecidos' que verdaderamente sí alcanzaban un gran valor en la venta.
Otra forma de actuar era dar por desaparecidos los equinos y posteriormente proceder a un nuevo cambio de titularidad del caballo en la Administración, con el único riesgo de ser sancionados económicamente en caso de ser descubiertos. En los casos de fallecimiento por patologías la Guardia Civil detectó falta de atención y cuidados de los equinos afectados, con estabulación, manejo y alimentación, no adecuadas.
Hasta el momento se ha constatado la desaparición de 65 caballos que podrían estar distribuidos por toda la geografía nacional e incluso en el extranjero, con otra documentación o incluso otros microchips. Asimismo, se han descubierto dos animales vivos, de los cuales uno figura como sacrificado en matadero y el otro mediante eutanasia.