La venta de Made acarrea otro Erte de 7 meses en la factoría de Medina

Consumada la venta de Made, tras más de un año de angustia y cuatro meses de esperanza. La factoría de estructuras metálicas de Medina del Campo, antes perteneciente a Isowat-Made, de la matriz gallega Invertaresa, es ya propiedad de la empresa Imedexa (Industrias Mecánicas de Extremadura, SA). El administrador concursal, Isaías González, y el administrador único de la entidad extremeña, Gregorio Peña, firmaron ayer todos los parabienes formales ante notario.

La transmisión ha sido posible tras un nuevo auto del Juzgado de lo Mercantil número 2 de La Coruña, que corrigió otro del 26 de marzo para incluir la obligatoriedad de la compradora de saldar la deuda contraída con la Seguridad Social, que ronda el medio millón de euros. La magistrada-juez, Salomé Martínez, terminó de desbloquear así la venta de la unidad productiva, que es ya responsabilidad total de Imedexsa.

Del precio estipulado por la transmisión, de 2,2 millones de euros, Imedexsa podrá descontar esos 500.000 euros de Seguridad Social, y también los pagos en materia de indemnizaciones a trabajadores despedidos –por ejemplo, los seis de la unidad de oficinas, o las prejubilaciones–. Según el acuerdo con el comité de empresa, Imedexsa abonará esas indemnizaciones en el caso de que no se haga cargo de ellas el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa). Ese montante podría suponer otro medio millón de euros.

No será gravoso. El auto de la magistrada prevé que la empresa podrá ajustar el precio en hasta 1,4 millones por estos conceptos. Imedexa se subroga en los contratos de 74 trabajadores y adquiere la emblemática fábrica de estructuras metálicas de Medina del Campo –la segunda más grande de la localidad en número de trabajadores–, en la que invertirá unos 14 millones de euros.

Encuentro

Pero no todo será ‘coser y cantar’. En un encuentro con el comité de empresa, uno de los abogados de la firma (se espera también la visita, a última hora, del propio Gregorio Peña), explicará a los trabajadores los nuevos pasos a seguir. En concreto, anunciará la puesta en marcha de un nuevo Expediente de Regulación Temporal de Empleo (Erte), que afectará a todos los trabajadores de la plantilla y que se prolongará durante siete meses. Se iniciará hoy, tres de mayo, y concluirá previsiblemente el dos de diciembre.

«Es como se preveía», explicó en respuesta a este periódico el secretario del Comité de Empresa, Helder Ferrinho. Además de la ‘puesta al día’ de todas las noticias, el encuentro servirá para que los trabajadores firmen, uno a uno, la subrogación de sus contratos con la nueva empresa. Imedexsa procederá a dar a los trabajadores de alta e iniciar el proceso de Erte.

«Les irán activando según la actividad de cada uno», avanzó Ferinho. «Creemos que en tres o cuatro meses comenzarán a incorporarse sobre todo los de galvanizado». Eso será, previsiblemente, en el mes de septiembre.

El ánimo de los trabajadores es bueno, porque ven que «ya es definitivo». Además, ven que ya hay profesionales desempeñando tareas en las viejas instalaciones de Made. Arquitectos, ingenieros y otros técnicos visitan el lugar para estudiar las futuras intervenciones.

Por su parte el responsable de UGT Fica, Juan Carlos López, reconoció en declaraciones a Ical haber vivido el momento «con mucha alegría» y afrontar el futuro «con mucho optimismo» porque, aunque la operación «iba para adelante» no fue hasta ayer el momento definitivo. «Ahora hay otro futuro y expectativas», aseguró.

En el periodo que se prolonguen las obras «la empresa prácticamente se va a hacer nueva», explicó López. Aunque los últimos contratiempos han demorado «más de la cuenta» esta operación, la intención de la nueva propiedad era la de empezar a funcionar en el mes de agosto, algo que no se descarta «si se meten a destajo», añadió. Sin embargo la alegría imperaba ayer entre los trabajadores porque «es muy difícil salir de un concurso de acreedores, y más con lo que tenía Made», incidió.

El proyecto con el que Imedexsa convenció primero al administrador concursal, y luego al Juzgado de lo Mercantil, estima una contratación inicial de 120 personas, contando con los 74 empleos que se conservarán (otros 16 de la anterior plantilla se resolverán con prejubilaciones). Una vez alcance la factoría la ‘velocidad de crucero’, la compañía espera llegar a una plantilla de 200 trabajadores, convirtiéndose así en la segunda empresa más importante de Medina del Campo en lo referente a creación de empleo, después de Ibersnacks.