El administrador concursal ordena el cierre de la planta de Medina por insalubridad
Tomó el miércoles la decisión tras un informe de la Comisión de Seguridad que revela el deterioro de la planta
El administrador concursal ordenó este miércoles el cierre de la fábrica ante la situación de inseguridad, salubridad y deterioro de la planta de Medina del Campo, y tras la presentación de un informe de la Comisión de Seguridad y Salud Laboral.
«En el techo hay ya hasta un enjambre de abejas», señalaron fuentes próximas al administrador, que manifestaron la inquietud de éste por el retraso en el pago de las nóminas de los trabajadores y por la inseguridad al estar dentro de la planta.
El cierre de la planta pretende también evitar gastos de desplazamiento a trabajadores que viven en localidades de fuera de Medina del Campo, como Ávila o Valladolid. Además, la factoría medinense ya no tiene luz ni agua.
Para la Consejería de Economía y Hacienda este cierre es una mala noticia porque da una imagen de falta de funcionamiento a posibles inversores que estuvieran interesados.
Los orígenes de Made se retrotraen a 1940; perteneció hasta 2000 al Grupo Endesa y hasta 2007 a Isolux. En agosto de ese año Taresa Norte adquiere el cien por cien de las participaciones Isolux Ingenieros.
Made cuenta con otras fábrica en La Coruña en una parcela de 11.000 metros cuadrados. La última auditoría publicada, sobre las cuentas de 2016, revelaba «una incentidumbre material sobre la capacidad de la sociedad para continuar como empresa en funcionamiento». Sobre todo, porque el grupo de Made estaba en un proceso de refinanciación de deuda con entidades financieras».
Los auditores de KPMG detectaron entonces apuntes contables correspondientes a años anteriores y deudas con clientes por 2,4 millones «cuya cobrabilidad es dudosa». Además, constata que hay otros apuntes que están mal computados.
Hay que tener en cuenta que aquel 2016 Made declaró 12,2 millones de pérdidas, pese a que su cifra de negocio superó los 52 millones con una carga financiera de 4 millones de euros.
El administrador concursal estudia en estos momentos las cuentas de 2017 para formular su informe sobre el estado de la compañía. Todo apunta a que será un trabajo de meses.