Diario de Valladolid

La calle de Valladolid que cose dos barrios

La actividad comercial languidece en esta calle, que limita al norte con el túnel de Andrómeda y al sur con el túnel de San Isidro.

Calle La Salud en la década de 1980

Calle La Salud en la década de 1980

Publicado por
Fernando Martín
Valladolid

Creado:

Actualizado:

El arquitecto e historiador Juan Agapito y Revilla, al que se debe una crónica minuciosa de la historia de la ciudad, señala en su libro ‘Las calles de Valladolid’ sobre la calle La Salud que se le puso este nombre «porque está  cercana a la fuente de la Salud, pero no tan próxima como pudiera parecer» y añade que «los vecinos, sin embargo, fijaron esa denominación y se les dio gusto en ello ya que la cosa no tenía malicia» . La calle mantiene hoy el nombre, sin ninguna malicia, y es cierto, como señalaba Juan Agapito Revilla, que la fuente de la Salud no está tan cerca. De hecho, hay que atravesar medio barrio de Pajarillos para llegar desde la calle La Salud a la fuente, ubicada en el paseo de Juan Carlos I,  próxima al centro cívico de la zona este y a la carretera de Soria.

Es una de las fuentes más monumentales de la ciudad, construida toda en piedra y con un solo caño. Su historia se remonta al siglo XVI y en una placa colocada el 28 de marzo de 1992 puede leerse: «Los días 15,18,19 de julio de 1762 los batallones franceses de Artois, Royarbesu, Domon, Momore y Cambis se asentaron en esta Fuente de la Salud . Después fue restaurada en 1992 al crearse este parque (parque de la Fuente de la Salud) a instancias de la Asociación de Vecinos siendo alcalde de la ciudad el Ilmo Sr. D. Tomás Rodríguez Bolaños».

Aquí, el dilema sobre quién fue antes, si el huevo o la gallina, está claro.   La fuente fue primero y dio nombre a la calle, aunque esta se encuentra a una distancia considerable. Resulta sorprendente que, preguntados algunos viandantes en la propia calle por el origen del nombre casi nadie sepa la razón. Sólo uno apunta a «una fuente», aunque no sabe ubicarla.

Pero no es de extrañar este desconocimiento si se vive en la punta norte de la calle, en el barrio de La Pilarica. Porque esta es una de las peculiaridades de La Salud: su longitud. Empieza  junto al túnel de San Isidro, próxima a la plaza Circular, aunque con las vías por el medio, y se prolonga hasta otro túnel, el de la calle Andrómeda, que comunica el barrio de Belén con los Santos-Pilarica. Es una arteria que, a ojo, puede acercarse al kilómetro de larga y que recorre el borde sur de los barrios de Pajarillos y La Pilarica .

La otra peculiaridad, común a muchas otras calles de la ciudad, es que toda ella está recorrida en su margen izquierda, en sentido norte, por la vía del tren . La actividad, el comercio, se concentra en la acera de enfrente, aunque el panorama no es muy alentador. Hasta una veintena de negocios con el cierre echado pueden contarse de un extremo a otro entre talleres, establecimientos de hostelería, algún kiosco y locales varios.

El taller Esgueva Motor es uno de los supervivientes. Está al lado de otros dos que tuvieron que cerrar y su propietario, Javier Serrano, afirma que habría corrido la misma suerte de haberse sentado a esperar a que los clientes llegaran. Lleva en la calle de La Salud desde 1988 y lo que ve  a su alrededor treinta y cinco años después de abrir su taller no le gusta. «El Ayuntamiento hace todas las obras en el centro, nos han abandonado» , afirma y recuerda  que «antes había tres talleres, la gente iba a las carnicerías, las peluquerías, pero ahora...». 

Resulta inevitable preguntar a un residente que vive o trabaja frente a la vía  cómo se imagina la calle La Salud sin el tren al lado, aunque la respuesta parece obvia. Serrano afirma que alguien les mostró en su día el  mapa del soterramiento y asegura que le hubiera gustado que el proyecto se llevara a cabo porque «había quedado un bulevar muy bonito».

En el extremo que da al barrio de la Pilarica se levanta uno de los edificios más antiguos  de la calle, el colegio Reinado Corazón de Jesús y Nuestra Señora del Pilar .  En un gran cartel colocado en la fachada puede leerse ‘40 años abriendo camino’, aunque el  origen del centro se remonta a 1956. Fue la madre Amadora Gómez Alonso, fundadora de las Celadoras del Reinado del Corazón de Jesús, y hoy con una plaza que lleva su nombre al lado del colegio, la que a mediados del siglo pasado inició su trabajo en los locales de la iglesia de la Pilarica. Allí impartían clases a los niños durante el día y a los adultos por la noche hasta que en el curso 1975/76 abrió el colegio.

A las puertas del centro, Domingo Aparicio, un residente veterano en la zona no duda al afirmar que la calle «ha cambiado a mejor» . Recuerda cuando, próximo al colegio, había una serrería y se acuerda también de que la Salud «era una calle estrecha por la que apenas pasaba un coche». Reconoce que muchos comercios y tiendas han cerrado «pero eso pasa en todos los sitios».

Uno de los cambios más importantes en esta calle, que hace frontera con la vía, se produjo en 2015 con el cierre del paso a nivel de la Pilarica. La circulación de vehículos era constante y el paso por la calle Salud era obligado. El cierre cortó el trasiego interminable de coches y pacificó la circulación por la calle, aunque quizá algunos piensen que también le restó actividad comercial.

Y de los residentes veteranos a los más nuevos. Ocho años lleva Ángel Curto al frente de su local, mitad frutería y mitad tienda de semillas, y la experiencia de este tiempo le dice que es una calle «con mucha gente de paso». Su tienda se encuentra hacia la mitad de la Salud y señala en dirección sur para advertir de que «hasta la Circular no hay nada» para comunicar con el otro lado de la vía. Lo del soterramiento le suena a «una cuestión política» que se reactiva «cuando hay elecciones» .

La calle tiene otra singularidad al estar atravesada por el Esgueva , caudaloso tras las lluvias de las últimas semanas. En las obras que se realizaron a principios del siglo XX  para sacar el río de la ciudad, el nuevo cauce incluyó un puente en la calle la Salud, por donde discurre el hermano menor del Pisuerga hacia la zona de Vadillos. El tren y el río confluyen en una calle que  ahora no goza de muy buena salud.

tracking