Los vecinos de Nuevo Hospital insisten en su "no" al centro de refugiados de Valladolid

La Asociación de Vecinos Nuevo Hospital de Valladolid ha reiterado este lunes su oposición al Centro de atención a personas refugiadas que proyecta instalar en la calle Dulzaina el Ministerio de Inclusión ya aseguran que cuentan con "el respaldo de la abrumadora mayoría de los vecinos" y ante la falta de "argumentos sólidos sobre sus beneficios".

En un comunicado esta asociación vecinal critica que les resulta "incomprensible" la motivación "detrás de la construcción" de un centro de este tipo en esa zona de la ciudad. Aseguran que existe una "creciente preocupación y confusión" entre los vecinos, que achacan al "silencio" de las administraciones casi un mes después de la reunión convocada por el Ministerio de Inclusión en la que se abordó este asunto, informa Europa Press.

Según apuntan, la información recibida hasta el momento ha sido "sumamente contradictoria en varios aspectos clave", entre los que incluyen "la naturaleza del centro", si bien cabe apuntar que en el acuerdo plenario del inicio del trámite de cesión de la parcela, en el Boletín Oficial de la Provincia y en varios comunicados de prensa se hablado de esta instalación como "Centro de Acogida".

Tampoco consideran que se haya aclarado la duración prevista de la estancia de los usuarios, que apuntan que podría ir "de seis meses a 18 meses", la cifra de inversión europea, que aseguran que "oscila entre 5 y 17 millones de euros; o el grupo de personas que serán acogidas, que podrían ser "refugiados, demandantes de asilo" entre otros. Aseveran que "ninguna de estas incertidumbres ha sido resuelta en la mencionada reunión ni posteriormente, lo que ha aumentado la desconfianza entre la comunidad".

Han incidido en que la oposición de los residentes de la zona del Nuevo Hospital "no se dirige en contra de la acogida de refugiados, sino que se centra en la elección de la ubicación y dimensión del centro" y defienden que la solidaridad de este entorno está "más que demostrada", y recuerdan que cuentan con varias instalaciones de carácter social como el centro de menores Zambrana, dos casas de acogida y tres centros religiosos que atienden a personas en situación de necesidad.

Por otro lado, señalan que "falta de un informe justificativo que respalde la ubicación seleccionada y lo compare con todas las opciones disponibles", la "carencia de servicios esenciales en la zona, como parques, colegios y guarderías públicas, ambulatorio, centro para jóvenes y mayores", o la preocupación de que un centro "de tal magnitud, con capacidad para 200 personas", lo que representa el 10 por ciento de nuestra población y no ofrezca garantías adecuadas de asistencia e integración para sus usuarios. Además, han rechazado "la imagen negativa" que consideran que se ha proyectado de los vecinos "después de la reunión del 9 de octubre, donde la información fue escasa y poco precisa".

Aseguran que han contactado también con asociaciones vecinales en otras partes de España que tienen experiencia en la gestión de estos centros, para tratar de informarse y "juzgar de forma objetiva la situación", por lo que defienden que su opinión "se basa en argumentos lógicos y razonables, expresados con respeto y civismo". Eso sí, matizan que "el hecho de decir basta" responde al "hartazgo y la injusticia" que consideran que supone la ubicación de un centro de refugiados en su zona.

Asimismo censuran que "bajo la falsa premisa" de calificarles de "insolidarios" se trate de "chantajear" al barrio, privando de opciones al barrio y acrecentando su desigualdad y agravio comparativo con respecto a otras zonas nuevas de la ciudad que sí se potencian con dotaciones públicas que atraen la inversión privada, permitiendo su crecimiento y desarrollo".