La muerte de un varón tras el ataque de un perro en Trigueros se salda con 1.800 euros de multa

“Hemos llegado a un acuerdo, pero la sensación es que hemos perdido . ¿Es realmente Justicia que la muerte de una persona sea castigada con 1.800 euros de multa? ” Quien habla es Blanca, la hija de José Luis González de Castro, un varón de 71 años que murió el 14 de diciembre de 2020 tras ser atacado por un perro en una urbanización de Trigueros del Valle.

El jubilado de Renault España sufrió mordeduras, pero la causa de la muerte fue el gran golpe que sufrió en la cabeza al caer para atrás debido a la embestida del perro, de constitución similar a la de un pastor alemán.

El juicio por estos hechos se iba a celebrar mañana en el Juzgado de lo Penal 1 de Valladolid, pero ayer las partes llegaron a un acuerdo. No habrá juicio y la condena pactada es similar, con pequeños matices, a la que interesaba el fiscal, según explicó la hija del fallecido. Lo más llamativo es que ha quedado absuelto O.M.C., como titular del perro, de nombre ‘Sacha’. La condena recae solo en su hijo V.M.M.L., como cuidador y paseante habitual del can .

El fiscal consideró los hechos como un delito de homicidio por imprudencia menos grave y solicitó que se le impusiese a cada acusado (ahora solamente al cuidador habitual) una pena de seis meses de multa con una cuota diaria de diez euros: 1.800 euros en total.

También interesó la indemnización a la esposa del fallecido con 164.782 euros por daños y perjuicios, 156 euros por la lesión que ella misma sufrió (también fue atacada por el perro Sacha) y una indemnización de 21.300 euros para cada uno de los tres hijos de José Luis González, que es la condena, con pequeñas variaciones, que finalmente va a hacer firme el titular del Juzgado de lo Penal 1.

La familia del extrabajador de Renault España calificó los hechos de mucho más graves. Inicialmente, antes del acuerdo solicitaba dos años de cárcel para cada uno de los acusados por un delito de homicidio por imprudencia grave, o alternativamente menos grave, y 229.163 euros de indemnización (conjunta), por estar el perro suelto y carecer de bozal.

Los responsables del perro, por su parte, interesaron la absolución, ya que sostienen que no hubo negligencia y que el deceso no se produjo por las mordeduras, sino por la caída del jubilado y dos días después.

La hija del fallecido explicó que han decidido firmar el acuerdo tras comprobar la baja calificación de los hechos por parte del fiscal , algo que podía orientar el rumbo de la sentencia, y teniendo en cuenta además que los acusados pedían la absolución. 

También ha influido mucho que la madre y tres los hijos querían evitar el trance del juicio, compartiendo sala con los acusados, algo que podría aumentar más aún el sufrimiento que padecen desde la muerte de José Luis. “ Hemos llegado a acuerdo, pero nosotros ni siquiera queríamos el dinero. Solo pedíamos una pena mayor que una multa, porque además ese perro ya había mordido antes a más personas . Era muy agresivo y a pesar de ello estaba suelto y sin bozal”, concluyó Blanca.

González de Castro era un jubilado que gozaba de un gran estado de forma a sus 71 años, con casi 1,80 de estatura y unas piernas fuertes, ya que dedicaba su tiempo libre a cultivar tomates, por lo que los familiares sostienen que la embestida del perro tuvo que ser «muy fuerte» para desequilibrarlo. 

En los antecedentes de hecho de las diligencias previas 1618/2020, el juez instructor José María Crespo, relató que el pastor alemán, había protagonizado «episodios de agresividad» en el pasado hacia las personas en varias ocasiones, «siendo conocida su peligrosidad por el dueño y el poseedor, dado que había mordido a varias personas, recalcó Crespo. 

Con estos antecedentes, el 14 de diciembre de 2020, poco antes de las 16,10 horas, el perro salió de la propiedad donde permanecía suelto, «sin bozal ni collar», en una parcela del camino del Manantial de la urbanización Pago de la Moraleja, de Trigueros, cuando su cuidador abrió la puerta de la finca para sacar un quad.

Sacha, a su aire, entró en la finca propiedad de un cuñado del fallecido. Por ello le llamaron la atención a su cuidador. El fallecido José Luis González acompañó al joven a coger a su perro –portaba un collar para ello– pero en lugar de ser asido por el amo, el pastor alemán se lanzó contra José Luis . Le mordió en el brazo derecho y cayó hacia atrás, de forma que se golpeó la cabeza contra una columna.