Del Olmo avisó a Bermejo que pedir los atrasos iba a ser un «escándalo»
El ex portavoz municipal, que informó «por dos veces» a la presidenta del grupo, hizo caso omiso
Martínez Bermejo, en un pleno del mandato pasado.-J.M. LOSTAU
«Sorprende como un tema administrativo y laboral de tan escasa entidad se ha convertido en noticia de carácter político. La ciudad de Valladolid tiene necesidades y problemas de mayor trascendencia que deberían ocupar el debate político en lugar de una mera solicitud administrativa». Con esta afirmación concluye el comunicado remitido por el concejal del PP en el Ayuntamiento de Valladolid José Antonio Martínez Bermejo, para defender su decisión y la de otros nueve ex ediles de reclamar los atrasos de seis meses de sueldo del mandato pasado.
La presidenta del grupo ‘popular’, Pilar del Olmo, conocía de las intenciones de sus dos concejales, Bermejo y Boja García Carvajal –quien finalmente renunciaba–, de pedir lo que le adeudaba el consistorio al haberse levantado en 2018 la restricción que pesaba desde 2008 para reducir los sueldos en un 10%. Tanto es así que recomendó, según explica ella misma a es periódico, a Martínez Bermejo que no lo hicieran porque iba a ser «un escándalo».
La información le llega a De Olmo por boca del portavoz en el mandato pasado, según detalla Bermejo en el comunicado: «Aunque no afectaba al grupo municipal de esta nueva legislatura, José Antonio Martínez Bermejo informó por dos veces a la presidenta del grupo, Pilar del Olmo, de la presentación de esa solicitud: una semana antes de registrarla y el propio día del registro». Un extremo que la ex consejera de Hacienda reconoce en declaraciones a este periódico: «Me informó para decirme que lo iban a hacer no para solicitarme mi opinión. Me avisó antes de registrar la petición y cuando ya lo habían hecho».
Afirmaciones de uno y otro que que lo que vienen a demostrar es la crisis en la que se encuentra el grupo municipal del PP en el Ayuntamiento vallisoletano. Que se refrena aún más en el hecho de que Bermejo deje claro en su escrito que «en ninguna de las conversaciones que mantuvieron, incluso en alguna posterior, Pilar del Olmo nunca manifestó ni su rechazo ni su aprobación, al no ser asunto de su competencia, ni le pidió que renunciara a la solicitud».
Del Olmo aclara que, si bien es cierto que no le mostró su rechazo, «entre otras cuestiones porque se trata de una decisión personal», matiza, lo que sí hizo fue remarcarle el escándalo que se iba a destapar en cuanto se supiera, a lo que Bermejo hizo caso omiso.
El ex portavoz y hoy concejal culpa a la «mala gestión» del anterior equipo de gobierno municipal, «que no llevó al pleno el acuerdo que se llevaba aprobando año tras año desde 2008». «No existía entonces –matiza la nota– pacto, ni tácito ni expreso en materia de reglamento y salarios».
El montante de la devolución, al que tendrían derecho todos los concejales de todos los grupos que estuvieron en el cargo hasta el pasado mes de junio, aunque sólo lo ha reclamado el PP, asciende a unos 9.500 euros, de los que un tercio, 3.500 euros, le corresponde a Martínez Bermejo al tener el salario más elevado como portavoz. Le siguen Mayte Martínez y Mercedes Cantalapiedra, con 1.300 euros, al haberse repartido entre ambas una dedicación exclusiva y, por tanto, percibir cada una la mitad del salario.
Los que menos recibirán serán los siete reclamantes restantes, todos ellos concejales ‘rasos’, lo que implica que sólo cobraban una indemnización de poco más de 900 euros por la asistencia a los plenos. Estos siete, Jesús Julio Carnero, ahora consejero de Agricultura, Carlos Fernández, José San José, Araceli Valdés, Fernando Rubio, Rosa Hernández, María Victoria Arce, y García de Carvajal tras haber renunciado, recibirían 475 euros cada uno. Pese a que Enríquez no se sumó a la reclamación, en caso de hacerlo le corresponderían 3.300 euros.
Finalmente, Borja García Carvajal renunciaba a esos pírricos 475 euros, algo que hacía, según explica Pilar del Olmo, a petición suya. «No se entendía en alguien que ahora está liberado, por eso le pedí que renunciara y lo ha hecho», afirma la presidenta del grupo.
La decisión de reclamar esos atrasos surge en una comida hace más de un mes de los concejales del grupo del Partido Popular en el anterior mandato, en la que estaban todos. Es ahí donde se ponen de acuerdo para solicitarlo. Enríquez, finalmente, decidía no hacerlo, aunque si quisiera aún está a tiempo.