Mañueco retoma el diálogo con los sindicatos por la recuperación de las 35 horas

La amenaza de una huelga general de empleados públicos en vísperas electorales por la recuperación de las 35 horas semanales pende como una espada de Damocles sobre el Ejecutivo regional, cuyo presidente, Alfonso Fernández Mañueco, anunció ayer en las Cortes que se implicará «directamente» en la resolución del conflicto. Para ello, el titular de la Junta se reunirá el próximo vienes con los representantes sindicales con el fin de frenar unas movilizaciones que afectan a los 85.000 empleados públicos de la Administración regional, la mayor empresa de Castilla y León.

Fernández Mañueco viene expresando desde hace días su «compromiso» para aplicar lo pactado por el anterior Ejecutivo a pocos días de las autonómicas del 28-M, pero tanto él como miembros de su Ejecutivo sostienen que antes deben garantizarse una serie de premisas para hacer efectivo aquel acuerdo.

Así lo expuso de nuevo ayer en la Cámara, en una sesión de jornada única debido a la presencia del rey Felipe VI hoy en Valladolid. Lo hizo en respuesta a la pregunta que le formuló el portavoz de la oposición socialista, Luis Tudanca, quien instó a Mañueco a «cumplir su palabra» y le advirtió de la importancia de hacerlo para contribuir «a la regeneración de la política».

El presidente de la Junta recordó que en su discurso de investidura, que había repasado «minuciosamente» antes del Pleno de ayer, asumió el cumplimiento de las 35 horas «en esta legislatura». Pero insistió en que para llevarlo a efecto hacen falta tres premisas: garantizar la prestación de los servicios públicos, aplicar esta jornada a todo el personal de la Administración autonómica y cumplir el control del déficit y del gasto público.

Tudanca reprochó al jefe del Ejecutivo autonómico que hubiera presumido en su día de que las 35 horas «ya eran una realidad» y que ahora haya logrado que en la Comunidad autónoma «con mayor paz social», los empleados públicos «monten una huelga con apenas tres meses de gobierno; un récord del mundo, agregó. En línea con los manifestado en otra comparecencias, el portavoz socialista reiteró que el personal de la Administración autonómica sustentó los servicios públicos en época de crisis. «Entonces ustedes se los querían cargar y ahora no les están respetando», agregó Tudanca, quien requirió a Mañueco, «por respeto a los empleados públicos y a la palabra dada», a que aplique el compromiso firmado «cinco días antes» de las elecciones autonómicas del pasado mayo, «en un desesperado intento» por parte del anterior Ejecutivo de hacerle «la campaña más fácil». «Aunque vistos los resultados, no tuvieron mucho éxito», ironizó el portavoz del grupo mayoritario en las Cortes.

Para Fernández Mañueco, el dirigente socialista no era quién para exigirle el cumplimiento de su palabra cuando «ha roto el pacto sobre financiación autonómica de forma unilateral», y le preocupa más defender «los intereses de su jefe» que los de Castilla y León. También le afeó que votara en el Congreso durante el Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero el recorte del 5% para los empleados públicos.

«Los compromisos se tienen que afrontar desde la serenidad, el sosiego, la lealtad, el diálogo y la negociación», defendió Mañueco. A su juicio, esta es la manera de abordar este problema, mientras que la de Tudanca, «es la de la foto fácil, la del marketing, la política del postureo».

El presidente del Gobierno regional advirtió del peligro de «generar alegremente» expectativas entre los empleados públicos. «Pero más peligroso es poner en riesgo la calidad de los servicios públicos que se prestan en Castilla y León, y por eso somos conscientes de que es un proceso complejo y difícil, ante el que actuaremos con responsabilidad y con capacidad de diálogo», reiteró, antes de instar a Tudanca a que, «ya que no ayuda, al menos no moleste».

El portavoz socialista aprovechó su cara a cara con el titular de la Junta para lanzar una andanada general al Ejecutivo. «Cada día montan un lío nuevo, y las preguntas envejecen como su Gobierno», le espetó. «Se ponen a cerrar pueblos, a nombrar asesores a lo loco, o a cerrar consultorios en el mundo rural, que ya es de nota», continuó Tudanca. «¿Se puede saber qué ha hecho la gente de los pueblos para que los traten como ciudadanos de segunda?», preguntó a Mañueco, al tiempo que le instó a confirmar en la Cámara «que no va a cerrarse ni un consultorio rural».

Según el líder del PSCyL, los miembros del Ejecutivo han estado «tan ocupados» en estos asuntos, que «no han tenido tiempo para cumplir su palabra», con «lo importante que es para regenerar la política». Tudanca invitó a Fernández Mañueco, ya que «quería ser presidente», a «gobernar de una vez». «No se puede tener a alguien tan indolente», concluyó.

[A propósito de las 35 horas, el presidente autonómico de Csif, Carlos Hernando, declaró ayer que lo primero que debe hacerse para cumplir lo firmado es fijar calendarios en cada uno de los servicios públicos y que se prorroguen los horarios veraniegos donde sea factible.]

Si la intervención del líder de la oposición fue dura, la que protagonizó el procurador de la UPL, Luis Mariano Santos, se convirtió en un auténtico alegato contra la Junta a partir de su pregunta sobre las medidas para combatir los desequilibrios territoriales.

Según el parlamentario leonesista, el Gobierno regional «ha trasladado más ocurrencias que medidas» para afrontar los problemas de León y de Castilla. «Sabemos que han incrementado el número de altos cargos, que su gobierno es el más costoso de la corta historia de esta Comunidad, que son espléndidos con los cargos de confianza, que no piensan cumplir los acuerdos con el Diálogo Social...».

A todo esto añadió Santos el debate «perfectamente orquestado» sobre la capitalidad de la Comunidad, que las direcciones autonómicas de PP y PSOE «alientan con su inacción». Según el procurador leonesista, lo que duelo «no es tanto el debate sobre la capitalidad», como «la falta de respeto de unos políticos que desempeñan puestos de privilegio en sus partidos y que, de forma humillante, alientan el combate territorial para conseguir el rédito político».

El presidente de la Junta garantizó que el equilibrio territorial formará parte de las políticas que impulse el Gobierno autonómico, al tiempo que avanzó su propósito de iniciar un diálogo con ayuntamientos, las diputaciones y el Consejo Comarcal del Bierzo.

En opinión de Fernández Mañueco, la mejor forma de asegurar el equilibrio territorial es mantener el crecimiento económico, algo que, según destacó, sucede en los últimos años en la Comunidad, y que está «en juego» en las próximas semanas, dijo, en referencia a las elecciones del 10N.