«Pedro Sánchez tiene que pedir disculpas públicas a los vecinos por el Toro de la Vega»

Marcó un antes y un después. Corría el año 2014. Pedro Sánchez, presidente del Gobierno –por aquel entonces, secretario general del PSOE–, llamó al programa Sálvame. El motivo fue la fiesta del Toro de la Vega, apoyada por el alcalde socialista y la pérdida del voto de su presentador, Jorge Javier Vázquez. En directo se comprometió si llegaba a gobernar a presentar una proposición de ley de protección animal a nivel nacional que obligara a unos mínimos. Lo hizo pero fue rechazada por los populares.

José Antonio González Poncela criticó que el líder de su formación se moviera por el «populismo» contra este festejo popular, mientras que Pedro Sánchez aseguró que el regidor no representaba a su partido sino a los vecinos. Dejó en una situación de desamparo a su compañero de filas. Tiempo después llegó el arrepentimiento.

El primer edil tordesillano comentó que durante un desayuno privado con el presidente del Ejecutivo central éste admitió que «se había equivocado» y le pidió que trasladara sus disculpas a su mujer, a sus padres y a la agrupación. Apuntó que era lo justo pero que también debería pedir disculpas públicas a los vecinos de Tordesillas.

José Antonio González Poncela acudió a La Quinta Esquina, programa de La 8 realizado en colaboración con EL MUNDO DE CASTILLA Y LEÓN y Castilla y León esRadio. En este espacio, señaló que «el festejo del Toro de la Vega es de la gente, no de las instituciones» y añadió que debería haber tenido una evolución natural, no artificial como ha sucedido. En su opinión, los últimos cambios hacen que sea «más peligroso» ya que «no existe ningún control» y que es «complicado» de organizar al ser en campo abierto. De hecho, subrayó que en dos de las tres ocasiones el toro ha muerto por la sedación que se le ha puesto para poderle llevar de vuelta a los corrales.

Defendió la tradición y comparó su celebración con los cuatro apuñalados en Roma en una pelea entre ultras de Sevilla y Lazio. «Hay dos opciones: prohibir el festejo o poner más medidas de seguridad. El Toro de la Vega se prohibió pero el fútbol no se prohibiría nunca», denunció González Poncela para, más tarde, indicar que «los toros no son de ningún partido político sino de la zona donde vives o creces». Por ello, manifestó que no es lo mismo lo que sienten los ciudadanos de Cataluña que los de Castilla y León, Extremadura, Castilla-La Mancha o Andalucía. «Es un problema de territorio, de cultura; un encontronazo entre el medio rural y el medio urbano». No obstante, entonó un discreto mea culpa al destacar que «los que vivimos en el medio rural no estamos sabiendo defender nuestra cultura».

Durante La Quinta Esquina hizo balance de sus ocho años como alcalde. Se va al paro porque cuando decidió convertirse en candidato la empresa en la que trabajaba prescindió de sus servicios. Con la llegada de la crisis quebró. «Necesito volver a ser un ciudadano más, a volver a la sociedad y ver todo desde un punto de vista distinto», recalcó González Poncela, antes de agregar que seguirá siendo militante socialista porque le encanta la política. Se va con varias espinitas clavadas, en primer lugar, no haber conseguido la rehabilitación del Palacio de los Alderete. En segundo, convencer a la Junta de Castilla y León para poder hacer un camino peatonal hacia la ermita de la Peña. «El proyecto ya está hecho, sólo hace falta ejecutarlo». Y, en tercer lugar, no haber logrado que ninguna gran empresa se instale en el polígono industrial.

Admitió que los principios fueron muy duros porque no había ni agua, ni luz, ni electricidad, ni un acceso desde la carretera. Poco a poco han ido acondicionando la zona y los últimos movimientos son la instalación de un matadero y una empresa asturiana de rent a car y alquiler de maquinaría. Además, avanzó que están trabajando para el establecimiento de una compañía china que produce piezas para automoción.

Sobre Meseta Sport, afirmó que es una propuesta «más familiar, medioambiental y acorde con el entorno». Por este motivo, no entiende los motivos que han llevado al presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero, a paralizar el proyecto. «Es una pena porque es una alternativa de futuro, para la despoblación porque todo el trabajo que se iba a crear ahí era para gente joven». Una iniciativa que muchos han vinculado con Meseta Ski. «Meseta Ski murió el mismo día que el juzgado ejecutó la sentencia», subrayó el alcalde de Tordesillas, quien volvió a escudarse en el informe favorable de la Junta de Castilla y León para dar los permisos pertinentes para su ejecución.