A Marruecos en un ‘cuatro latas’
Dos vallisoletanos recorrerán en el mítico Renault 4L, sin GPS ni tracción, el desierto del país africano para repartir 40 kilos de material solidario en el marco del ‘Uniraid’
José Manuel Rodríguez, de píe, y Asís Valentín-Gamazo posan con el mítico Renault 4L, emblema de la factoría vallisoletano.-J. M. LOSTAU
Cruzar el desierto con un coche de más de 20 años, sin brújula, sin gps y por las dunas del Dakar, un desafío imposible, ¿o no?. Todo depende de las ganas que le pongas. Así es como se presenta Uniraid, una auténtica experiencia y una verdadera aventura solidaria en la que participarán los vallisoletanos José Manuel Rodríguez y Asís Valentín-Gamazo, que ya participó en la edición anterior. «La idea es despertar, salir de nuestra zona de confort y ver la realidad», explica Rodríguez.
No es una carrera ni una competición, aquí se fomenta el compañerismo y el emprendimiento, la única rivalidad es el repartir el mayor número posible de solidaridad sorteando los obstáculos, desafíos y pruebas que se presenten. La experiencia tendrá lugar desde el 23 de febrero hasta el 3 de marzo y está dirigido a estudiantes de entre 18 y 28 años. El punto de partida será Tánger y los equipos deberán cruzar Marruecos por el interior, atravesando el Atlas en dirección al desierto de Erg Chebbi, donde se hará entrega del material escolar y solidario en aldeas seleccionadas previamente por la organización. Aunque lo más importante es lo que no se ve, el trabajo en equipo, la constancia, los valores y la gestión de recursos. «Creemos que llevar un poco de esperanza y favorecer las condiciones de vida de los más necesitados, especialmente si se trata de niños, es una obligación moral de los que hemos tenido más oportunidades», explica Rodríguez.
Allí repartirán cada jornada los 40 kilos de material solidario que han recogido en las diferentes empresas y colegios, que se han involucrado de «manera increíble» aportando ropa, material escolar y deportivo. Además cuentan con el patrocinio de vermut Golfo. Asís, que ya estuvo en Uniraid 2018, reconoce que lo más llamativo es cómo dan valor a las pequeñas cosas. «El simple hecho de entregar un bolígrafo ya es especial. Aquí lo pierdes y no pasa nada, la verdad que sirve para tener otra visión», explica Valentín-Gamazo, estudiante de Derecho, que incide en que «vamos directamente a las escuelas, no hay intermediarios. Lo dejamos en la parte este más pobre, donde están las aldeas más aisladas».
Ambos estudiantes están impacientes por conocer las pruebas que deberán realizar, ya que «hasta que no lleguemos a Tánger no sabremos el recorrido, y tampoco nos darán el recorrido entero, sino la etapa. Durante nueve días y en siete duras etapas, los dos amigos recorrerán el país magrebí por carreteras de montañas, pistas, arenas y dunas, siguiendo las antiguas rutas del París-Dakar. Para ello, contarán únicamente con un libro de ruta (roadbook), un mapa y una brújula (sin GPS ni dispositivos electrónicos). «Lo único que queremos es aprender cada día de una experiencia que, a buen seguro, resultará única», apuntan.
EMBLEMA DE LA CIUDAD
El vehículo elegido es un Renault 4L turismo de 1989, es decir, un coche que ya circulaba mucho antes de que ellos nacieran, y que es muy representativo de Valladolid, ya que se fabricó durante muchos años en la factoría vallisoletana. Lo han comprado por Internet y se sorprendieron de su buen estado ya que solo han tenido que realizar «algunos retoques» en el motor y posteriormente fijar los colores y los patrocinios. Eso sí, ya han vivido cómo durante la preparación la Policía les paraba y les pedía los papeles. «Por suerte todo estaba controlado», bromea un sonriente Rodríguez.
Añade que los dos compañeros en esta próxima aventura están deseando que todo empiece ya: «Los dos estamos locos por la gasolina». Aunque recalca que lo más complicado ha sido encontrar el automóvil ya que el tiempo se les echaba encima, pues «normalmente se empieza a preparar de un año para otro y nosotros comenzamos en octubre», recuerda.
La aventura comenzará el próximo 21 cuando lleguen a Sevilla. Posteriormente irán hasta Algeciras y desde allí cogerán el ferry para cruzar el estrecho. En su maleta se incluye el material solidario, sueños y ganas de ayudar, y aún queda algo de espacio para la ropa de cambio y térmica, ya que «por las noches hace frío» y subirán al Atlas que todavía está nevado. El punto de partida será Tánger.
Después los participantes cruzarán Marruecos por el interior, atravesando el Atlas en dirección al desierto de Erg Chebbi, donde harán entrega del material escolar y solidario en aldeas seleccionadas previamente por la organización. A continuación se dirigirán a Marrakech, la ciudad imperial más bella del norte de África, donde realizarán un día de turismo, y después regresarán a Tánger, final del recorrido y Uniraid 2019. En total, siete etapas en las que combinarán conducción por carreteras de montaña, pistas, arena y dunas
Las noches serán en las tiendas de campaña en los diferentes campamentos. Algo que no les importa por «la ilusión de los niños», esa misma que les motiva a pensar que ningún desierto es lo suficientemente grande si de verdad existen ganas de crear un mundo mejor.