El Clínico, a la cabeza de los centros con más quejas por negligencias

El Clínico de Valladolid encabeza la lista de hospitales de la Comunidad con mayor número de reclamaciones por presuntas negligencias médicas. Así al menos se recoge en la memoria del la Asociación El Defensor del Paciente correspondiente al año 2016, dada a conocer ayer.

En general, las quejas por presuntas negligencias médicas experimentaron un repunte de un 6% en Castilla y León, hasta las 641, cifra que sitúa a la Comunidad en el puesto séptimo en la lista de territorios autonómicos con más .

Valladolid, sin embargo, está entre las tres provincias, junto con Palencia y Salamanca, en las que las reclamaciones bajaron: de 169 en 2015 pasaron a 160. Por contra, sus dos hospitales públicos, el Clínico y el Río Hortega, están entre los tres primeros, de los cinco citados en el informe, que acumulan más quejas, aunque sin concretar cuántas. El Clínico desbanca de la primera posición al Complejo Asistencial de León y el Río Hortega, declarado el mejor hospital de la Comunidad, escala posiciones y pasa al tercer puesto entre los cinco con más reclamaciones.

El representante de la asociación en Valladolid, el abogado Santiago Díez, matiza que el hecho de presentar una queja «no quiere decir que sea judicializable, ni siquiera viable», pero tiene claro que la crisis se ha dejado sentir de manera especial en la sanidad y que los usuarios «han dicho hasta aquí hemos llegado». En el caso de Valladolid, la queja más habitual que llega a su despacho es por el retraso desde que el paciente acude al médico hasta que tiene un diagnóstico, un lapso de tiempo que «puede alargarse meses», asegura.

Y las listas de espera, en este caso para una intervención quirúrgica, son la segunda causa de reclamación de los usuarios del sistema sanitario de Valladolid y de la Comunidad, por detrás de las presuntas negligencias en operaciones. Traumatología, urgencias y ginecología son las otras tres especialidades que acumulan más denuncias.

El mismo día que la Junta daba a conocer la contratación de personal sanitario ante el aumento de casos de gripe y el colapso en los servicios de urgencias de algunos hospitales, la Asociación del Defensor del Paciente hacía público su informe, en el que se advierte del «considerable marchitamiento» de la sanidad en Castilla y León.

Como ejemplo, el informe recoge el incremento de pacientes en lista de espera para una intervención quirúrgica, que aumenta en 3.500 personas respecto al pasado año y suma ya 34.000. A la vez que se incrementó el número de pacientes, aumentó también el tiempo medio de espera, que pasó de 81 días en 2015 a 104 el pasado año, tres semanas más.

Las quejas aumentaron en seis provincias, Soria, Ávila, Burgos, Zamora, Palencia, León y Segovia, mientras disminuyeron en las tres restantes: Palencia, Salamanca y Valladolid. Es León la que se sitúa a la cabeza, con 164 reclamaciones, 20 más que en 2015, seguida de Valladolid, con 160, y ya a bastante distancia Burgos, con 82. Cierra la lista Soria, con 19 quejas.

Para la presidenta de la Asociación del Defensor del Paciente, Carmen Flores, el trasfondo que se esconde detrás de la mayoría de las reclamaciones es el mismo:la falta de personal. «Tanto los médicos como las enfermeras y todo el personal sanitario están desbordados y eso repercute en los pacientes», afirma Flores.

Tras señalar que las listas de espera son «el principal problema de la sanidad» en Castilla y León, en la memoria se recuerda el Plan Estratégico de Eficiencia y de Control y Reducción de las Listas de Espera (Perycles) puesto en marcha por el consejero del ramo, Antonio Sáez, en marzo del pasado año, con el objetivo de obtener resultados en 2019.

A la vista del incremento de las listas de espera y del tiempo hasta ser intervenido, la Asociación El Defensor del Paciente concluye que «el plan está resultando estéril» y lo atribuye a «la falta de un aumento de plantilla».

Un aumento de personal que, prosigue el apartado dedicado a Castilla y León, requiere «una sólida inyección económica, no una mera organización sin recursos suficientes». En este contexto de críticas por la falta de personal, la asociación arremete también contra la derivación de pacientes a la sanidad privada mediante convenios, con un gasto que cifra en Castilla y León en 140 millones de euros, «como se ha reconocido», se apostilla.

La última referencia a la sanidad de Castilla y León es para recordar que en el plan de la consejería deberían de haberse incluido «infraestructuras largamente demandadas» como el centro de salud de la Magdalena, en Valladolid.