La deuda de la Sociedad Alta Velocidad apuntilla el soterramiento

Que el soterramiento del tren a su paso por Valladolid tal y como está concebido -supresión de las vías entre Daniel del Olmo, en el polígono de Argales, y el apeadero de la Universidad- estaba descartado por su elevado coste ya se daba por descontado, pero la situación financiera de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad, con una deuda de 404 millones de euros que hay que empezar a pagar a partir de enero, ha venido a dar la puntilla al que fue el gran proyecto de la era León de la Riva.

El alcalde, Óscar Puente, se plantó ayer en la reunión celebrada con el representante del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, Adif, para estudiar la renegociación de la deuda, rechazó solicitar un préstamo para pagar los 30 millones que le corresponderían al Ayuntamiento, de los 125 millones que hay que devolver a primeros de año, y propuso como alternativa «la liquidación ordenada» de Valladolid Alta Velocidad, participada en un 25% cada uno por el Consistorio y la Junta mientras el 50% restante corresponde al propio Adif, y replantearse el proyecto «desde cero».

Puente insistió en que no renuncia al soterramiento en un futuro, aunque sin concretar el horizonte temporal, pero desde luego no será el plasmado en el plan Rogers, el arquitecto inglés que diseñó el Valladolid sin tren en superficie. Su planteamiento pasa por olvidarse del proyecto que colea desde hace años, «trocear»la operación y empezar por la zona norte: el tramo de Pajarillos y La Pilarica. Pero empezar de cero, como sugiere el alcalde, y luego contar con los fondos necesarios para acometer por trozos el proyecto -eliminar le tren en la zona norte costaría unos 140 millones según las estimaciones de Puente- equivale a posponer la operación ‘sine die’.

«El Ayuntamiento no es responsable de las deudas de esta sociedad», dijo Puente tras la reunión mantenida con Adif, muy breve tras dejar claro que el Ayuntamiento no está por la labor de asumir la deuda de Valladolid Alta Velocidad. En otras palabras, vino a decir que no se responsabiliza de lo que firmó su antecesor, Francisco Javier León de la Riva, al que nombró como uno de los responsables de la situación creada junto al presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, y el ex ministro de Fomento Francisco Álvarez Cascos, los otros dos políticos a los que apuntó.

Flanqueado por los concejales de Urbanismo, Manuel Saravia, y el de Hacienda, Antonio Gato, Puente explicó que renegociar la deuda para aplazar el pago un año no solucionaría nada.

Según Puente, el aplazamiento de un año en el pago supondría que los 101 millones que le corresponde devolver al Ayuntamiento en cuatro -el 25% de los 404 que debe Valladolid Alta Velocidad- pasarían a computar como deuda, con lo que el Consistorio pasaría de un endeudamiento de 120 millones que tiene ahora a 225, incluidos aquí los tres millones por la demora. Un endeudamiento que rompería el techo de gasto y obligaría al Ayuntamiento a realizar «un ajuste de 80 millones en el presupuesto de 2016» que habría que sacar del gasto y de las inversiones. Un escenario que Puente consideró «absolutamente inviable» y que obligaría a «echar el cierre al Ayuntamiento».

Así las cosas, Puente dejó caer que «si algún socio puede poner» los 125 millones que hay que devolver en enero «que lo haga» y recordó que ni a la Junta ni Adif les afecta «el corsé» de la Ley Montoro.Menciono, de pasada, la posibilidad de saldar la parte de la deuda que le corresponde al Ayuntamiento con los suelos que estaba previsto vender para financiar el soterramiento, pero añadió que harán frente a posibles reclamaciones de los bancos, si se producen, y, en todo caso, señaló que el Consistorio no sería «moroso» dado que los socios no son responsables de la deuda de una entidad en la que participan.

El alcalde confío en no llegar a esta situación y se declaró a la espera de la solución que pueda estudiar Adif tras la reunión de ayer.