Liderazgo en turismo rural por el que hay que trabajar para consolidarlo

ESTOS días han comenzado a llegar a Castilla y León viajeros que aprovechan las vacaciones escolares para hacer una escapada vacacional. A pesar de que el pronóstico del tiempo no es halagüeño, llegarán más turistas a partir de Jueves Santo para pasar en estas tierras el largo puente. Una buena parte de los visitantes llega a la Comunidad porque ha optado por el turismo rural, un segmento de la actividad turística que se está comportando de forma exitosa y que ha conseguido convertir a la región en líder dentro del panorama nacional.

Los datos vuelven a refrendar el buen hacer de los empresarios dedicados al turismo rural y el atractivo que suponen las distintas provincias castellanas y leonesas para atraer visitantes. Durante el mes de febrero, Castilla yLeón recibió a 39.000 viajeros y contabilizó más de 80.000 pernoctaciones en alojamientos rurales. Evidentemente, son datos satisfactorios, puesto que sirven para revalidar el liderazgo nacional, pero también tienen alguna pequeña luz de alarma que debe servir para mantener la guardia alta y luchar por no perder lo conseguido y dedicar esfuerzos a consolidar y reforzar la posición de liderazgo. El aviso llega porque, aunque los datos son buenos, reflejan un descenso superior al 5% tanto en el caso de las pernoctaciones como en el de los viajeros. La caída se ha producido también en el conjunto de España, de forma similar en el caso de las pernoctaciones pero menos en el caso de los viajeros. No hay ningún gran peligro a la vista, pero los datos deben ser mirados también con ojos previsores con el objetivo de mantener la actitud, tanto por parte de los agentes privados como de las administraciones, para que la posición privilegiada que ha conseguido la Comunidad se mantenga, como mínimo, y mejore si es posible. Los datos también reflejan que hay margen de crecimiento en una actividad que se nutre fundamentalmente de los visitantes nacionales y que tiene, por tanto, recorrido en la captación de viajeros que lleguen desde el exterior.

Potenciar este tipo de turismo, sin descuidar los destinos urbanos, por supuesto, es algo fundamental, ya que se trata de una actividad que puede permitir fijar población allí donde más se necesita, en el mundo rural. Los negocios orientados hacia el turismo suponen un complemento para las economías de los pueblos y en muchos casos han posibilitado la permanencia de jóvenes en el entorno rural e incluso la llegada de nuevos habitantes.