Otro tarambanas en Briviesca

INFORTUNIO es el que tienen los sufridos vecinos de Briviesca, que cada vez que van a elegir a un alcalde les sale un tarambanas. El de ahora, José Solas (o en compañía de otras), del PP, lo destapamos a cuenta de la obra teatral que acaba de censurar en aras de la libertad sobre el maestro fusilado por ser maestro y enseñar. Pero acabamos de conocer que su predecesor, Álvaro Morales, es otro tarambanas de tomo y lomo, con premio por perder la Alcaldía. Así se las gastan en el PSOE de Castilla y León. Rumbosos con los ruinosos, rácanos con los victoriosos. El ex alcalde tarambanas (lo de ex afecta sólo a alcalde) va de dos en la lista socialista de Burgos a las generales y ocupará escaño en la Carrera de San Jerónimo si los electores no lo remedian. Para hacerse notar soltó el miércoles que había un campamento en Burgos en el que a los niños les obligaban a cantar el ‘Cara al sol’, no sabemos si con la camisa nueva. Porque no sabemos nada más a decir del tarambanas. Lo dijo así, estilo Gila, alguien ha matado a alguien. Y todos los campamentos de niños de Burgos bajo sospecha. Y así se frivoliza con el fascismo, como se frivoliza con el terrorismo a cuenta del eslogan ese que corearon en el coso taurino de Pamplona y que por respeto a la petición de las víctimas no vamos a repetir, pero no es chapapote, que eso fue lo que dejó en las playas gallegas el hilillo del Prestige, a decir de Rajoy. Ya es mala suerte que la Alcaldía de Briviesca sea un polo de atracción de tarambanas tendentes a mequetrefes. Quedan 12 días para las  elecciones veraniegas de Pedro Sánchez. Lo mejor que puede hacer el PSOE burgalés es no sacar en exceso a su número dos, no sea que le dé por abrir la boca. Sus bocanadas poco tienen que ver con la campaña moderada que anunció su lideresa, Esther Peña, ante los mismos micrófonos en los que Morales aseguró que «en ocasiones veo campamentos de niños cantando el ‘Cara al sol’, aunque no sé dónde». Tarambanas.