Diario de Valladolid

EDITORIAL

Primer encontronazo en el parlamento entre PP y VOX

OPINION ext

Creado:

Actualizado:

LAS CORTES DE Castilla y León fueron ayer escenario del primer encontronazo, roce, desavenencia, discrepancia, o como se le quiera llamar, entre los dos socios del gobierno de la Junta: PP y VOX. Y lo fue a cuenta de la comparecencia precisamente del vicepresidente y máximo representante de los de Abascal en el ejecutivo de Alfonso Fernández Mañueco. El PP llamó la atención, básicamente, a Juan García Gallardo sobre la necesidad de no ejercer como líder de VOX en Castilla y León cuando oficie de vicepresidente. Y menos en sede parlamentaria, a donde acudió exclusivamente para presentar su acción de gobierno desde la Vicepresidencia.  

De esta forma, el PP deja claro que en este su segundo experimento de gobierno en coalición no  parece dispuesto a digerir internamente las discrepancias y diferencias más ostensibles, como ocurrió en la etapa de Ciudadanos. El PP está dispuesto a confrontar en ideología y política con VOX. Sin complejos. Como también VOX ha demostrado a las primeras de cambio que está dispuesto a hacerlo.

No es malo que fluyan las diferencias en un gobierno de dos. Es hasta democráticamente sano. Especialmente para que la ciudadanía sepa a qué atenerse con cada uno. Y evitarse así sobresaltos como el del adelanto electoral del 20 de diciembre a costa de una crisis larvada que dejó claro que Ciudadanos y PP no podían ni verse en el seno del ejecutivo de la Junta.

También es cierto que ahora mismo está el trasfondo de las inmediatas elecciones de Andalucía, en las que, por primera vez Alberto Núñez Feijóo podrá a prueba su liderazgo y su capacidad de contener al vendaval VOX tras el resultado cosechado el 13-F en Castilla y León.

VOX está en campaña y para ello tiene que exhibir, sin duda, su capacidad de acción dentro de un gobierno por primera vez. En parte Castilla y León es para VOX un espejo en el que puedan mirarse sus candidatos desde Andalucía. Pero el PP también está en campaña y ahora rigen decisiones y estrategias sólidas. No como antes que la estrategia se basaba en la ocurrencia de un tuit y poco más. Aunque el tuit de mañana contradijera al de hoy porque el ritmo al PP de Pablo Casado se lo marcaba VOX. Ahora el ritmo del PP lo marca Feijóo.

En cualquier caso es oportuno que el PP no se amilane y diga lo que tenga que decir sin temor a que se incomoden sus socios. Especialmente en esos asuntos ideológicos que los populares prometieron proteger como esencia de su partido.

La intervención de ayer del vicepresidente no gustó nada en el ala del gobierno del PP. Y así se lo hizo saber. Es importante que las instituciones no se conviertan en lugares en los que dar mítines, aunque estemos en campaña y Andalucía no quede tan lejos. Andalucía acaparará el foco político hasta el 19 de junio, sin duda. Pero Castilla y León se colará en ese foco por la presencia de VOX.

tracking