Apuesta por Castilla y León que es obligado reforzar
Entusiasmo por parte del Rey Felipe VI en la puesta de largo del nuevo Captur y satisfacción en Renault España por el lanzamiento de este modelo que está llamado a abrir una nueva etapa en la marca francesa y, por consiguiente, un horizonte de viabilidad para sus fábricas en Castilla y León y las que de ellas dependen. Renault vivió ayer un momento muy significativo con la presencia del Rey en la factoría de Valladolid para ponerse al volante de uno de las primeras unidades de la renovada versión de su exitoso SUV urbano.
La previsión de la marca es que los avances de este coche que tanto han complacido al monarca lo hagan también con los compradores y las ventas den continuidad al trabajo de la fabrica vallisoletana. Ese deseo es compartido por toda la familia Renault y se hace extensivo a la multitud de proveedores que trabajan para la marca francesa en toda Castilla y León. De la buena salud de Renault depende la carga de trabajo en muchos otros centros de producción de la industria auxiliar, la logística y otras áreas necesarias para que Renault ponga en las carreteras sus Captur, Megane o los motores que se montan en Castilla y León.
Es por eso que es tan importante que Renault refuerce su apuesta por Castilla y León, donde encuentra las mejores condiciones para llevar adelante su producción y donde el escenario político y laboral ha sido partícipe en el pasado de la buena marcha de la marca francesa. El propio presidente de Renault España, José Manuel Álvarez de los Mozos, reconoció que Castilla y León, bien que lo sabe por su trayectoria profesional, se ha convertido en uno de los pilares industriales y comerciales de Renault gracias, según sus propias palabras, al apoyo histórico y a la amistad entre las autoridades españolas y el grupo Renault.
Pero recientemente se han ensombrecido las perspectivas de Renault en la Comunidad con la eliminación del medio turno en Palencia y de otro en Valladolid y , por primera vez sin el acuerdo de los representantes de los trabajadores, y están por concretar las fechas del inicio de producción de las baterías para el coche electrificado.
Además, la producción inicial del Captur, que se convertirá en el primer modelo de Renault con una versión híbrida enchufable, parte de un mínimo que debería coger velocidad para asegurar el mantenimiento de los turnos en la planta de Valladolid. Son incertidumbres que no empañan la gran apuesta por el Captur y Castilla y León y no disminuyen la satisfacción por la acogida Real del vehículo pero no por ello dejan de existir y preocupar a quienes directa e indirectamente dependen de Renault y el sector de la automoción autonómico. Es obligado que la marca refuerce su apuesta por Castilla y León y las condiciones para ello se dan, sin esperar a que el mercado dé el último empujón para que el Captur coja velocidad.