Diario de Valladolid

Javier Pérez Andrés

La bandera y Madrid Fusión

Creado:

Actualizado:

MADRID Fusión proporciona a empresas, ciudades y productos agroalimentarios de Castilla y León, el metro cuadrado más rentable de todo el calendario ferial. Y no es una feria, es un congreso internacional de gastronomía que nos pone a pie de stand cerca de 2000 visitantes, un millar de cocineros y más de 500 periodistas acreditados de información gastronómica de medio mundo. Y ahí está lo rentable: pillar cacho, foto, redes y dar a conocer producto. Pero no es una feria. Quién sabe si en el futuro, con su traslado a Ifema, pudiera llegar a serlo. Al tiempo. Lo mejor, sin duda, todas las demostraciones y ponencias que, con más o menos éxito, demuestran lo que está pasando en la cocina mundial. Por ahora es un hervidero de recetas creativas. Ferrán Adría llenó el auditorio, pero no logró la fascinación que todos esperábamos tras ocho años de expectación. Esta vez solo fue humo y aire audiovisual sobre el momento de su gran proyecto científico, docente y filosófico. Esperábamos un guiño revolucionario-culinario. Aun así, Adriá sigue a la cabeza. Genio indiscutible. Empeñado en estudiar, analizar, documentar y meter todos los libros y sus contenidos en la gran estantería de su fundación. Lo único que nos recuerda es que las bases, los cimientos y la bibliografía deben analizarse para convertir la cocina y la gastronomía en un arte. Por ahora solo es creatividad y técnica.

Tan ocurrente como siempre, Ferrán lanza al público la pregunta: «¿Alguien conoce un libro que diga qué es cocinar?». Más de mil congresistas escuchando, entre ellos muchas estrellas Michelin, cocineros estrella, profesionales de la cocina de medio mundo, curtidos periodistas... Silencio sepulcral. No le falta razón al genio de Rosas. Que nos lo digan aquí, en Castilla y León, que anda la cocina en un permanente reino de taifas sin un hilo conductor ni costurero donde encontrar el ovillo de las sesenta cocinas de la región. Buen ejemplo es lo que ocurre con nuestra presencia en Madrid Fusión. Valladolid despliega todo su poderío mediático y hace su feria, esta vez por doble partida: Alimentos/Saborea. Soria no pierde su hegemónico lugar en la subasta de la trufa, lo que tiene su valor ante las intenciones de aragoneses, catalanes e italianos. Las herramientas de promoción de alimentos de las diputaciones de Palencia, Soria, Ávila, y Burgos a la cabeza por ser la más veterana, aprovechan el evento para barrer para sus productos alimentarios. Y lo hacen muy bien. Salamanca se hace un hueco, madre de todas las diputaciones y de los alimentos, con un pequeño stand, pero eso sí con mucho corazón –amarillo, por supuesto–. Y la cocina sin recoger. Y la bandera de Castilla y León sin izar, una vez más.

tracking