Un corredor como eje esencial de riqueza y para vertebrar
EL CORREDOR ATLÁNTICO, eso es lo que Castilla y León, Galicia y Asturias exigen al Gobierno central que desarrolle y del que reclaman formar parte como un eje que le permita combatir esa lacra que para las tres comunidades supone la despoblación, además de generar riqueza y empledo.
Este corredor y su ampliación al roroeste es, en plabras del presidente de la Junta, una «pieza clave» en la vertebración y cohesión territorial de España, un país ahora «hemipléjico» en materia de infraestructuras por el «claro desequilibrio geográfico» entre el Atlántico y el Mediterráneo. «Es algo que no podemos permitir, porque las infraestructuras son para el territorio lo que la formación para las personas: posibilidades reales de cambiar su futuro a mejor». Afirmaciones de Juan Vicente Herrera que suscriben el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el máximo dirigente del Principado de Asturias, Javier Fernández. Un triunvirato que son la demostración palpable de cómo el ser de diferentes partidos, PP y PSOE, no es óbice para sellar pactos y viajar de la mano en las reivindicaciones al Ejecutivo de Pedro Sánchez.
Y es, como bien destacan, la sociedad tiene que «ser consciente» del carácter estratégico de este proyecto por razones de competitividad social y económica. Porque entienden que mejorar las conexiones de parques industriales y centros de producción con los puertos mejorará, a su vez, los tiempos de servicio a los clientes en Europa, América o África y, en consecuencia, los costes empresariales. Todo ello con el fin principal de generar «más oportunidades que redunden en la generación de empleo en el noroeste o lo que es lo mismo, en Castilla y León, Galicia y Asturias. Puesto de trabajo y riqueza que, sin duda y como bien resaltan, vendrá a frenar, primero, la sangría poblacional y fijará, después, a esa población en el territorio.
Otro de los beneficios de impulsar la ampliación del Corredor Atlántico al noroeste está «en la lucha contra el cambio climático», dado que apostar por el ferrocarril y los puertos para las mercancías «supone corregir el actual desequilibrio modal», y defender «un transporte más sostenible y respetuoso» con el medio ambiente.
«Esto también es descarbonización, pero una descarbonización ordenada y justa, que generará oportunidades para los territorios», recuerda el presidente de la Junta, en clara alusión al abrupto fin de la minería del carbón que condena a las cuencas.
El pacto que visualizan las tres comunidades no viene más que a resaltar la importancia de un corredor como eje esencial de riqueza y vertebración.