Diario de Valladolid

BOXEO

‘Crochet’ a los Juegos Mediterráneos

Los púgiles vallisoletanos Salvi Jiménez y Miguel Cuadrado y el árbitro Florentino Moya comenzarán la próxima semana su participación en la cita internacional / Prueba de fuego para los boxeadores de cara al sueño olímpico de Tokio

FlorentinoMoya y Salvador Jiménez posan entre las cuerdas instaladas en el gimnasioLa Campiña.-MIGUEL ÁNGEL SANTOS

FlorentinoMoya y Salvador Jiménez posan entre las cuerdas instaladas en el gimnasioLa Campiña.-MIGUEL ÁNGEL SANTOS

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Guillermo Sanz

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Cuando se acerca el verano, la cabeza de los españoles se fuga eventualmente a la costa, pensando en las vacaciones. En el GPS de Salvador Jiménez, Miguel Cuadrado y Florentino Moya figura la Costa Dorada. Sin embargo, en su mochila no irán bañadores y chancletas, sino vendas y guantes de boxeo, porque los púgiles vallisoletanos comienzan la próxima semana su participación en los Juegos Mediterráneos. Tarragona será el escenario por el que desfilarán los deportistas de 26 naciones unidas por el Mediterráneo. Entre ellas, como no, estará España, país al que representan.

Salvi Jiménez llega a Cataluña con las medallas en su agenda de deberes pendientes y con un estado de forma fuera de lo común: «Estoy en el mejor momento de mi carrera. Estoy en un estado increíble para liarla. Cualquier cosa que no sea una medalla sería un fracaso para mí. Ya he ganado todo en España y ahora me toca ganar fuera», entiende el púgil, que lleva seis años en el mundo del boxeo y cinco consecutivos proclamándose campeón nacional y sin conocer la derrota dentro de las fronteras de España (78 combates en total y 74 victorias, 12 por KO).

Para el vallisoletano, los Juegos Mediterráneos son una «microolimpiada», un termómetro para medirse de cara a Tokio 2020, gran objetivo del de barrio España. «Tokio está en mi cabeza, pero los Juegos Mediterráneos se asemejan. Hay boxeadores campeones olímpicos y del mundo. Hay mucho nivel», explica Salvi Jiménez, que viaja a Tarragona sin miedo alguno en el equipaje: «Me veo capaz de ganar a cualquiera. Yo estoy para pegarme con el campeón del mundo y hacérselo pasar mal. Me puede ganar en experiencia, pero no en fuerza. Tendrá que correr bastante para ganarme», promete el luchador, que quiere verse las caras en el ring con el francés Sofiane Oumiha, campeón del mundo.

Con 13 peleas internacionales, Salvi Jiménez sabe que fuera de casa la vida en el ring se complica y convierte sus batallas con España en una universidad para seguir creciendo en el boxeo olímpico. «La experiencia en combates internacionales me ha dado más confianza en mí mismo. Ganar a nivel internacional te da mucha confianza. Se aprende más de una derrota fuera que de una victoria en España. Si ganas te acomodas, si pierdes te exiges más», entiende el pucelano, que se intentará quitarse en Tarragona el mal sabor con el que se bajó del ring en el último Boxam, en el que perdió con una polémica decisión arbitral.

Con el mismo objetivo que su compañero de selección viajará a Tarragona Miguel Cuadrado, que ya sabe lo que es conseguir medallas internacionales (Platas en el Boxam y el Golden Pelt). «No conseguir podio sería un fracaso total. Creo que estoy a la altura de las circunstancias. Me veo en mi mejor momento de forma y con muchísimas opciones», considera el púgil pucelano, que espera los Juegos Mediterráneos «con muchísimas ganas de ver cómo es. Llevamos varios meses trabajando duro. Tenemos ganas de hacerlo lo mejor posible... y más en casa. Es el primer evento importante. Son unos ‘minijuegos’ y eso es una motivación extra», entiende.

El cuatro veces campeón de España ha aprovechado su primer año en la Blume para forjar aún más su coraza de luchador: «La verdad es que ha sido un año de crecer. Soy más boxeador. Tengo más recursos técnicos y tácticos. Todavía me queda mucho, pero me voy encontrando bien», analiza.

La tercera pata de esta mesa no estará en una esquina del ring, sino fuera de las 16 cuerdas. Se trata de Florentino Moya. El árbitro vallisoletano viajará a Tarragona en calidad de oficial técnico nacional. La AIBA ha valorado la experiencia de más de una década que atesora Moya sobre la lona y será uno de los encargados de realizar labores como la designación de jueces-árbitro, controlar vendajes y guantes... «Ir a un torneo internacional es un orgullo, porque estás representando a tu país y a tu ciudad... Los Juegos del Mediterráneo son una experiencia que tengo muchas ganas. Va a ser muy enriquecedora», reconoce el árbitro internacional.

Moya admite que su «ilusión era la de ir de árbitro, pero me ha tocado otra labor que estoy contentísimo de hacer porque siento que han confiado en mí», admite el árbitro internacional, que sueña con subir escalones hacia unos Juegos Olímpicos: «Igual que los boxeadores, los árbitros también tenemos nuestros sueños. Mi objetivo es llegar a unos Juegos Olímpicos. No tengo prisa, sé que es muy difícil que un árbitro se clasifique», concluye.

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