Coliflor con bechamel gratinada
El invierno es época de coles. Tenemos variedad en los mercados de estas hortalizas que tanto juego nos dan en la cocina doméstica del día a día. Les proponemos hoy una de esas recetas caseras de extraordinario sabor en la que usaremos como protagonista a la col blanca, la coliflor.

COLIFLOR CON BECHAMEL GRATINADA
- Tiempo de preparación 45 min
- Tiempo de cocción 30 min
- Porciones 4
- Tipo de receta (n/a)
- Precio 10 €
INGREDIENTES
- 500 ml leche
45 gr mantequilla
45 gr harina
Pizca nuez moscada
Pizca pimienta negra
Sal
Una coliflor
50 ml leche
10 gr mantequilla
100 gr queso rallado
La coliflor es una flor. O, por concretar un poco más, lo que comemos de la coliflor es la cabeza floral de esa planta, que aún no ha florecido. Verdes, moradas, blancas, amarillentas, anaranjadas…el frío y las coles van de la mano y las tenemos muy variadas y de muy diversas características. Las coles, junto con las legumbres y las patatas, son unas grandes aliadas en la cocina doméstica del día a día. La coliflor es un vegetal crucífero, al igual que el brócoli, romanescu, coles de Bruselas, kale. ¿Qué es crucífero? La definición de crucífero es “que lleva o tiene la insignia de la cruz”. Si trasladamos esta definición al mundo de la huerta, concluimos que llamamos crucíferos a los vegetales en los que sus flores de cuatro pétalos se presentan en forma de cruz, como la coliflor.
Beneficios de la coliflor para nuestro organismo
La coliflor es un alimento con un alto contenido nutricional. No tiene apenas calorías, es rica en el tipo de fibra que favorece nuestra salud intestinal y la digestión, nos aporta vitamina C, B6 y ácido fólico, muy importantes para darnos energía y potenciar nuestro cerebro, y minerales como el potasio, magnesio, calcio y fósforo.
Al mismo tiempo, posee determinados compuestos como los glucosinolatos y los isotiocianatos que tienen propiedades antioxidantes y pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas, como el cáncer, o a la eliminación de toxinas en el hígado. Hay estudios que sugieren que compuestos como los isotiocianatos pueden inhibir el crecimiento de células cancerosas. Junto a esto, el consumo de la coliflor ayuda a combatir la inflamación, a reducir el colesterol, a mejorar la circulación y a regular la presión arterial. ¿Es o no es un gran alimento?
¿Huele mal al cocinarse?
Cuando hablas de la coliflor, es fácil que alguien diga eso de…” yo no la suelo hacer porque huele luego mal toda la casa”. Si escuchan a alguien decir eso es fácil que, lo que le esté pasando, es que cometa el error de cocinarla en exceso. Cuando se cocina demasiado, libera compuestos de azufre, que producen su característico olor. Lo que hay que hacer es cocerla en el punto sin cocerla en exceso. Diez minutos es suficiente.
Puede ser consumida cruda, hervida, al vapor, asada, en puré, o incluso convertida en harina para recetas bajas en carbohidratos. En los últimos años, la coliflor ha ganado popularidad como un superalimento debido a sus beneficios para la salud y su capacidad para sustituir ingredientes ricos en carbohidratos. Por eso su consumo es muy habitual como sustituto del arroz o para la base para masas de pizza, en dietas cetogénicas, esas dietas que se basan en consumos bajos en carbohidratos, altos en grasas y moderados en proteínas.
Preparamos una bechamel
Calentamos ligeramente la leche que vamos a utilizar. Ponemos una cazuela a fuego medio y añadimos la mantequilla. En el momento en el que se ha derretido, añadimos la harina y removemos de forma ágil con una varilla, cocinando la harina durante cuatro o cinco minutos para que pierda sabor a almidón. A continuación, añadimos la leche de golpe, sin que ésta esté muy caliente. Y en ese momento removemos de forma ágil con la varilla sin parar, para evitar que aparezcan grumos. Ponemos punto de sal, de pimienta y rallamos un poco de nuez moscada. En el momento en el que empiece a espesar cocinamos a fuego suave, moviendo continuamente con la varilla, durante quince minutos.
Preparamos la coliflor
Vamos poniendo a precalentar el horno en gratinado, a 220 grados. Mientras, ponemos en una cazuela un litro de agua y 50 ml de leche, y añadimos abundante sal, para que la coliflor se sale en la cocción. Ponemos a fuego alto. Separamos todos los arbolitos de la coliflor y los metemos en la cazuela. Desde el momento en el que empieza a hervir cocinamos diez minutos. Cuidado con la intensidad del fuego, que el agua con la leche tiene tendencia a desbordarse. Pasado este tiempo escurrimos y ponemos la coliflor sobre una fuente de horno. Cubrimos bien con la salsa bechamel. Añadimos sobre la bechamel esos otros 10 gramos de mantequilla en trocitos pequeños y repartimos bien en toda la superficie de la fuente el queso rallado. Metemos en la parte alta del horno para que fundan la mantequilla y el queso y se gratinen junto con la bechamel. A los cinco minutos comprobamos ya el punto del gratinado.