Un retrovisor para la bici que frena los vehículos

Encadenada a una farola, yace ahora una bicicleta pintada de blanco y algunas velas rojas que recuerdan a la persona que perdió la vida en el asfalto. En medio de una carretera secundaria, sin más resguardo que la cuneta, se encuentra un ramo de flores. Un regalo para quien murió dando pedales tras ser arrollado por un turismo. Muestras de cariño con tintes reivindicativos que buscan acabar con las muertes por atropellos mortales. Ciclistas que pierden la vida por la mala praxis de los conductores. Noticias funestas que se ven, se escuchan y se leen demasiados días. Situaciones que apelan a la responsabilidad de los que están a los mandos de los vehículos a motor.

Para que no todo se fíe al buen hacer de los automovilistas, el berciano Iván Sánchez ha patentado un sistema electrónico para evitar colisiones por alcance basado en la tecnología del software predictivo. I-safe –así se llama– emite unas señales visuales y auditivas para prevenir al ciclista de un atropello por alcance. En la parte de atrás de la bicicleta se colocan unos sensores junto con una cámara, estos se activan cuando el coche se aproxima. En ese mismo instante el vídeo de lo que sucede a sus espaldas se ve en la pantalla que el ciclista tiene en la parte delantera. «Registra la actividad desde aproximadamente 150 metros», apunta antes de comentar que también se emite una luz parpadeante para avisar al conductor.

El principal objetivo es evitar el accidente, pero si llegara a ocurrir el dispositivo se encarga de llamar a Emergencias y de subir el vídeo del último momento de la grabación. De esta forma, se puede comprobar si ha sido una caída o un atropello por alcance y entonces proceder al rescate. La última de las prestaciones que ofrece es una aplicación móvil que funciona como un GPS. Su misión es avisar de la presencia de ciclistas. Los conductores se descargarían esta herramienta de forma gratuita.

El software de i-Safe determina la velocidad del vehículo que se aproxima, la dirección y el ángulo. Otra particularidad, según explica, es que avisa del riesgo de colisión cuando hay un adelantamiento improcedente, es decir, cuando no se respeta el metro y medio de distancia de seguridad. «De momento sólo se pueden crear estadísticas a no ser que en un futuro lo quieran homologar para denunciar», subraya el promotor de esta iniciativa.

Este aparato aporta los instrumentos necesarios para poder actuar en caso de peligro, dado que evita accidentes por alcance, colisiones y desafortunados impactos, pero también prevención de accidentes, ya que da confianza al ciclista que se siente respaldado por la existencia de la cámara que siempre va a ser un testigo de los momentos previos al suceso. Por todas estas peculiaridades, Sánchez acudió con su invención al Salón Internacional de los Inventos de Ginebra, en Suiza, donde logró una medalla de plata en su categoría.

Una sorpresa «muy buen grande» que ha conllevado una repercusión que hace que el comercial ponferradino de 37 años no salga de una nube. De momento, está trabajando en el plan de negocio para 1.000, 10.000 y 50.000 unidades. La idea, manifiesta, es que se pueda fabricar en España, de hecho, cuenta con el respaldo de la Junta de Castilla y León para que la patente no se pierda, sin embargo, necesitan dinero. Socios que quieran apostar por este pionero sistema que salva vidas. En este sentido, expone que ya se están reuniendo con interesados de Murcia y Madrid para poder lanzarlo antes de la campaña de verano del próximo año.

Iván Sánchez deja claro que no es ni ingeniero ni ciclista, simplemente apostó por desarrollar una plataforma que evitara los accidentes con los que comía todos los fines de semana. «Pensé que tenía que haber algo con el número de tecnologías que hay en el mercado, pero no lo encontré así que decidí diseñar un producto interesante». «Tras certificar que no existía nada parecido, lo patenté y empezamos a trabajar». Un trabajo en el que ha contado con muchos amigos y conocidos. «Mis contactos me han echado una mano en el diseño 3D, del software, del hardware...». En esta línea, resalta muy orgulloso que los estudiantes del grado de Imagen y Sonido del Colegio Don Bosco Salesianos de León le ayudaron a realizar el vídeo de demostración.

Respecto a las ventajas, el berciano sostiene que si avisando al conductor y al ciclista de forma visual y sonora de lo que pasa por detrás no se evitan los accidentes por alcance, «habría que quitar el carné al ciclista o al conductor porque algo falla». Y es que, tal y como indica, el 40% de los accidentes ciclistas es por alcance. «Creo que vamos con muchas aplicaciones para mejorar esos márgenes», afirma confiado en que su sistema aumentará la seguridad y mitigará los accidentes improcedentes.

Al respecto, afirma que en la actualidad sólo existen luces que alertan lumínicamente al conductor. «Si podemos avisar de la presencia de ciclistas, es muy raro que pase algo. Lo mismo sucede con el GPS, es casi imposible pasarte la salida porque desde los 800 metros ya lo está anunciando», destaca Sánchez, quien ve «con todo el sentido» fabricar un artilugio de estas características, puesto que va a beneficiar a muchas personas. «Si podemos sacarlo al mercado y ayudar a reducir las muertes en carretera por atropello será nuestro mejor premio y pagará con creces nuestro trabajo», concluye.

El Ayuntamiento de Ponferrada apoyó esta iniciativa desde el principio con una ayuda de 1.000 euros desde la Concejalía de Nuevas Tecnologías.