A Pezzolano sólo le falta el gol

Hay frases que pasan desapercibidas pero que con escasas letras logran el poder de un explosivo. Pezzolano, hablando del partido contra el Sporting, soltó una carga de profundidad que explica su divorcio con cada vez más parte de la afición.    

«Hay que cambiar la imagen del resultado, más que nada». Ese más que nada resulta destructivo, después de la pésima imagen brindada ante el Albacete y la racha sin marcar en seis de los siete últimos partidos, con un solo triunfo. 

«Es una realidad: nos está faltando convertir. Tengo que  buscar que el equipo genere, tener oportunidades. Se nos presentaron en los dos últimos partidos equipos que defendieron muy bien. El Albacete hizo algo diferente a lo que venía haciendo, con una línea de 5-4-1, y eso complica generar con tanta claridad». Está visto que el Real Valladolid no domina jugar ante distintos entramados defensivos.

Pezzolano moldeó las estadísticas. «En los cinco últimos partidos rematamos 60 o 65 veces, centramos como cientoveintipico de veces. El equipo va. Le falta esa claridad pero estoy tranquilo. Lo que nos queda es trabajar y los jugadores están entrenando muy bien».

Y se le devolvió la pelota con similar raqueta: su equipo permaneció 187 minutos sin disparar entre los tres palos. «Sin duda hay que tirar mejor, pero juegas contra dos equipos con dos líneas de cinco y cuatro, que son mucho volumen entre medio. Los equipos saben cómo defender y te acumulan mucha gente dentro. Es obvio que van a costar esos remates». Así pues, ya saben todos los rivales de Segunda cómo defender al Pucela.

El uruguayo siguió con su particular lectura de los hechos. «Al Leganés pocos equipos le generaron lo que nosotros. Y para nosotros fue poco, porque somos el Real Valladolid y queremos mucho más, pero hay un rival que juega».

Al menos enumeró errores. «No tuvimos claridad frente al portero. Falta fluidez y velocidad con pelota. Debemos generar esa adrenalina que nos gusta a todos de ver un equipo que va más rápido hacia delante y es más vertical. Trabajamos para eso y lo tenemos que conseguir con los goles».

Juric ha pasado del todo a la nada. «Es una decisión técnico-táctica mía. Tenemos un jugador como De la Hoz que lo pongo para dar otro tipo de posicionamiento con balón en un lugar que considero más necesario para tener claridad. Juric es un excelente profesional pero De la Hoz a mi entender nos da otras cosas con balón». ¿Ahora y no desde el inicio de Liga?

Moro es otro expediente X. «Viene de una lesión y no quiero que recaiga. Entrena súper bien y hay que ir llevándolo. Entrena al mil por ciento y en un entrenamiento en que debe hacer 20 sprints te hace cien. No se mide y no quiero cometer el error de perderlo tan rápido. Es un jugador muy desequilibrante y nos encanta».

¿Por qué hace los cambios siempre a partir del minuto 60 y no cuando son necesarios? «Creo que los hago en el momento necesario. Otros piensan que pueden ser necesarios antes o después, o no salir con el mismo once. Y hemos hecho cambios en algún entretiempo. Son maneras de ver el juego y lamentablemente tengo que decidir, siempre con un sentido y argumento».

En la rueda de prensa posterior al partido contra el Albacete, Pezzolano echó de menos un jugador entre líneas. No es el puesto de Meseguer, pese a jugar ahí. ¿No le valía Montiel para lo que busca? Ojo al tercer nombre que da.

«No, es otra la característica del jugador entre líneas. Es un excelente jugador pero le gusta el campo de frente. Por momentos lo hace muy bien Monchu. También puede ser Iván. Debe ser un jugador que sepa recibir perfilado entre líneas. Hasta Escudero lo hace muy bien cuando se cierra».

El Sporting ha descansado dos días más pero no le molesta. «A veces toca a favor y otras en contra. Me encanta jugar rápido. La semana de entrenamientos te queda larga, y más cuando te quedas con la sensación de que tenías que haber ganado el partido en casa. Queremos la revancha lo antes posible con un rival ante el que tenemos que dar un extra».

A diferencia de otras ocasiones, esta vez no ponderó al rival. Quizá para no deprimir a los suyos. «Anímicamente vienen bien después de ganar un derbi pero lo más importante es cómo estamos nosotros y saber qué tenemos que hacer para hacer daño y que no nos lo hagan. Sabemos que han ganado el derbi pero de los diez últimos partidos han ganado dos. No es todo tan lindo lo del rival y todo tan feo lo nuestro. Sufren muchas oportunidades de gol en contra y les podemos hacer mucho daño».