El escudo fractura a la afición del Real Valladolid

En tres ocasiones, las mismas que negó Pedro a Jesús, el grito proveniente del Fondo Norte de ‘El escudo no se toca’ fue contestado por parte de la grada con silbidos, durante el partido contra la Lazio en el trofeo ‘Ciudad de Valladolid’. 

Una vez podría ser casualidad. Dos quizá daban a entender que esos silbidos eran hacia los dirigentes y reforzaban el grito inicial. Pero tres ya no. Quedó en evidencia que una parte de la afición acepta el nuevo escudo en forma de logo. Y muchos se sorprendieron de ello. 

Es evidente que el cambio de enseña propuesto por el club ha traído la división e incluso el enfrentamiento verbal en los seguidores pucelanos. Una cicatriz difícil de restañar y que da alas a la SAD en su voluntad de perpetuar su actual imagen. El deseo de conservar el antiguo escudo no es unánime entre los seguidores y así será más difícil lograr recuperarlo.

Sorprendieron los pitos de una grada más bien pacífica y calmada en situaciones normales. Los motivos de los defensores del nuevo logo son múltiples. Los hay a los que  simplemente les gusta más. También a los que les da igual y prefieren no meneallo una vez que el club ha tomado la decisión del cambio. Y también hay una buena parte de aficionados que ven en la laureada un símbolo franquista, aunque provenga de las liberales Cortes de Cádiz a principios del siglo XIX, y prefieren que sea retirada del escudo del club, aunque siga en el de la ciudad. 

Gran parte de los defensores del escudo de los últimos 60 años no ven en él connotaciones políticas, sino estéticas, pero la política abre zanjas en España y el club ha ayudado a crear una innecesaria que amplían con fuerza desde el sábado las redes sociales.