Un ‘lord’ del cuadrilátero

El aspirante a campeón del Mundo Michael Conlan se puso en manos deSalvi Jiménez. El púgil vallisoletano acudió a la llamada del irlandés para ayudarle a vestirse con el cinturón de campeón delMundo; una pelea que tendrá lugar el tres de agosto en el Falls Park de Belfast ante el ruso Vladimir Nikitin, su verdugo enRío2016.

SalviJiménez ha caído de pie en el mundo del profesionalismo, donde a pesar de su corta trayectoria (sólo tres peleas desde su debut en Bilbao el pasado febrero) se está haciendo un nombre a nivel nacional e internacional. Lo demuestra su viaje a Londres, donde acudió por sorpresa. «Que me llamaran fue una pasada. Imagínate, con la cantidad de boxeadores que hay enEstados Unidos o Inglaterra que te llamen a ti es increíble», confiesa el púgil.

La decisión de contar conSalvi para trabajar el sparring no fue casual. Su boxeo directo y agresivo se asemeja al del próximo rival del medallista olímpico; un ADN que le valió a Salvi para coger el tren al vuelo:«Tenía las vacaciones cogidas, pero una oportunidad así no podía dejarla pasar. Él es una estrella», remarcha el luchador.

El trabajo del vallisoletano convenció a Conlan y a su entrenador.Tanto es así, que viajó hasta los pies delBig Ben para tres días y estuvo dos semanas trabajando con el Irlandés. Su estilo cautivó, como demuestra que otros pupilos del gimnasio como Josh Kelly pararan su entrenamiento «para ver el sparring, por la tensión que había», relata el boxeador.

El trabajo de Salvi convenció al equipo de Adam Booth, que le preguntó si podrían contar en más ocasiones:«Me dijeron que estaban contentos con mi trabajo y que si me importaría que contaran conmigo para más cosas. Se me abrían los ojos. ¡Cómo me iba a importar!», confiesa SalviJiménez, que exprimió al máximo al campeón del mundo amateur.

La experiencia de cruzar guantes con uno de los mejores boxeadores mundiales en su peso no sólo le ha valido al pucelano para disfrutar de la experiencia, también para mejorar y para autoevaluar sus sueños sobre el cuadrilátero. Jiménez se vio con fuerza para conquistar un mundo entre cuerdas:«Allí trabajan la defensa que no es normal.He vuelto con mejor defensa y con las ideas claras. Era mi sueño, quería medirme con el mejor para saber si estaba a la altura y lo he visto claro. Creo que puedo hacer algo grande en el boxeo profesional», asegura el púgil. Ahora, es tiempo de vacaciones para el vallisoletano, que en breve volverá al trabajo para escribir su siguiente capítulo en el ring: el 28 de septiembre, con Bilbao como testigo.