Antes de entrar, dejen salir

La plantilla del Real Valladolid 19-20 cojea aún por bastantes de sus posiciones, siendo por ahora sólo un esbozo de la que se verá la próxima temporada. Entre los jugadores que se han ido (aunque legalmente se desvinculan del club el 1 de julio), los que no cuentan, los que están por venir y los que pueden irse pese al deseo de que se queden, el club pucelano deberá realizar más cambios de los seis o siete que pregona tener en cartera.

Lo bueno es que el trabajo está avanzado y hay expectativas para todos los puestos y a diferentes precios, según el gasto que quieran asumir los dueños del club para cada posición. La deuda es casi historia y el límite salarial se verá incrementado, así como los derechos de televisión. Al Real Valladolid se le abre una nueva era económica que debe aprovechar sin locuras, pero también sin jugar a la ruleta rusa en pos de un ahorro mal entendido.

ePORTERÍA. La gran apuesta de la próxima temporada es Cuéllar, con el que ya hay rubricado un contrato por tres años. El Leganés intenta que no se vaya después de su gran temporada, en la que ha condenado a la suplencia al madridista Lunin, pero ya no puede, pues desde el 1 de enero era libre de firmar con quien quisiese. La afición blanquiazul le ha elegido mejor jugador 18-19.

Esta maniobra posiblemente implique la salida de Masip. El catalán sabe que a priori su rol será el de suplente y no quiere vivir de nuevo en el banquillo, como le ocurrió en el Barcelona. El club le facilitaría la salida pese a su año de contrato, en agradecimiento a los servicios prestados en el ascenso y la permanencia. Varios segundas están interesados en él.

El portero que quedará desvinculado del club es Caro. Era toda una promesa en el Sevilla Atlético pero en Albacete ha vivido la temporada a la sombra de Tomeu Nadal, disputando sólo dos partidos, y por baja de su compañero.

Si sale Masip, llegará otro guardameta.

DEFENSA . La línea más definida del equipo, pero no por ello inmune a los retoques. En Zorrilla están pendientes de lo que pase con Calero. En primer lugar, por conocer si hay que firmar otro central. En segundo, porque los 11 millones de su cláusula (no se irá por menos) permiten acceder a mejores refuerzos en el mercado.

La preocupación con el central tampoco campará en el club si se va, pues existe plena confianza en Joaquín, que puede con el tiempo igualar e incluso superar al boecillano y a Olivas. A éste le resta un año de contrato y el club se pondrá manos a la obra para ampliarlo, posiblemente cuando finalice el mercado de verano.

Respecto a Salisu, con ficha del filial, realizará la pretemporada con el primer equipo, pero cuenta con muchas opciones de ir cedido a un segunda. Sergio tendrá la última palabra. Es un central que le gusta mucho, pero en el primer equipo contará con pocas opciones de jugar, el filial de Segunda B se le queda pequeño y lo que necesita a sus 20 años son minutos de juego.

Si se va Salisu hará falta un central. Y si sale Calero, dos.

En los laterales puede haber baile. El club busca uno diestro pero a la vez quiere renovar a Antoñito, que no ha llegado al mínimo de partidos jugados para hacerlo de forma automática y el día 30 acaba contrato. Dado que Moyano renovó en febrero, sobra uno de los de la última temporada.

En el zurdo Nacho es fijo pero puede llegar uno de mayor nivel que lo postergue a la suplencia. En tal caso, Moi saldría cedido para ver su verdadero potencial.

MEDIO CAMPO . La zona más engordada de la plantilla necesita aligerarse. Sobre todo en el mediocentro. La gran preocupación se llama Alcaraz. Como en el caso de Calero, quien lo quiera deberá pagar su cláusula, que en este caso es de 12 millones. Míchel, que acaba contrato, puede renovar, a instancias de Sergio. En invierno parecía hecho, en primavera se enfrió casi hasta la ruptura y ahora se reanudarán las negociaciones.

Anuar sigue y este año deberá tomar más importancia en el equipo. Su lesión llegó cuando estaba a su mejor nivel. Luismi, inédito en esta última Liga por problemas físicos, tiene la pretemporada para demostrar su nivel. En el caso de que no lo consiga, se le buscará una salida.

Tres jugadores cedidos intentarán aprovechar este rodaje de verano para hacerse con un hueco en la plantilla, aunque lo tienen muy difícil. Fede San Emeterio (Granada) y Aguado (Córdoba) trabajarán con el primer equipo en julio y agosto. El primero lo tiene difícil, al ser mediocentro defensivo, como Alcaraz y Anuar. Puede salir cedido o incluso traspasado, ya que cuenta con buen cartel en Segunda División.

Aguado es un medio creativo y tampoco parece tener claro su hueco. El club busca un medio creador para ser titular y Míchel le daría los minutos de descanso. En el caso de que el valenciano no siga, Aguado debería demostrar en verano que puede cumplir con ese papel.

En esa medular se esperaba más de Domínguez en el Sabadell, con el que ha jugado a préstamo. Y su condición de mediocentro ofensivo no encaja a la perfección con el 4-4-2 que gusta a Sergio. El Hacen, toda una promesa como medio defensivo, puede ser cedido a un segunda.

En los extremos habrá poco baile. En el derecho están Hervías y Plano, dos jugadores del gusto del míster. Mayoral, a préstamo en el Alcorcón, ha jugado un cuarto de Liga y tampoco ha convencido.

En el izquierdo el panorama parece definido con Toni y Waldo, dos jugadores sorpresivos y complementarios.

Por lo tanto pueden llegar uno o dos mediocentros, dependiendo de Alcaraz, y un extremo, aunque ambos cuenten con suficientes efectivos. Será alguien que marque un salto de calidad.

DELANTERA . La línea que más preocupa, y con toda la lógica, dada la gran falta de gol del equipo en la última temporada. Siguen Guardiola y Plaza. El segundo, apuesta de Ronaldo, no parece que salga pese a que necesita foguearse con minutos. Se negocia por Ünal pero sin volverse locos, ya que su mayor contribución goleadora llegó desde el punto de penalti. Ramos no ha brillado con el Sevilla Atlético, en Segunda B, y se le buscará destino. Llegarán dos delanteros.