La deuda puede esperar

La amargura del Real Valladolid tras una Liga para tirar a la basura cuenta al menos con un motivo para el respiro. La próxima temporada 16-17, en contra de lo que se pensaba, no será la destinada a volver con los pagos a sus acreedores tras la salida del concurso voluntario del club.

Esto es así por la fecha de aprobación del convenio: 22 de julio de 2014. Es decir, a efectos futbolísticos, la temporada 14-15. Los años en este deporte comienzan el 1 de julio y finalizan el 30 de junio siguiente.

El convenio contempla una primera temporada de pago y dos de carencia (aplazamiento de los pagos) en el caso de que el Real Valladolid estuviese en Segunda, como así es. En la primera temporada de aprobación del acuerdo (14-15, la de Rubi como técnico) el club satisfizo la deuda, quita incluida, con los acreedores de menos de 250.000 €. Pagó en total 518.000. La temporada 15-16 que acaba de finalizar es la primera de carencia, y la 16-17, la segunda. En la 17-18, esté el equipo pucelano en la categoría que esté, deberá pagar sus acreedores. Esta temporada le correspondía desembolsar 715.000 €.

Estas cantidades corresponden a los acreedores ordinarios. Con los privilegiados, sin opción de quita, existe un acuerdo especial. El Real Valladolid debe pagar en virtud del mismo a Hacienda 1,9 M€. Al igual que la temporada pasada, estar en Segunda le ha permitido ver reducido el pago en un 50%, ya que la cantidad anual fijada en el calendario de pagos es de 3,8 M€, por lo que deberá desembolsar el resto en años posteriores.

También gozará de esta reducción del 50% la próxima temporada 16-17. En la siguiente, aunque continúe en Segunda, ya deberá pagar íntegros esos 3,8 millones, al igual que en las sucesivas, hasta satisfacer la deuda.

Con la Seguridad Social los pagos son mucho más asequibles: cerca de 100.000 E al año sin ningún condicionante.

Por tanto el club cuenta con dos flotadores económicos. El otro es la notable mejora de la percepción por derechos televisivos. El club castellano contará con un mínimo de 6 ME, más del doble de lo que percibía en la actualidad.

Sin embargo la pésima temporada del equipo le pasará factura de cara al nuevo contrato televisivo. Si hubiese disputado la promoción, el club cobraría en la próxima temporada 1,8 millones más. Y sólo con haber ganado el último partido al Mallorca habría adelantado dos posiciones en la tabla, que televisivamente suponen 300.000 €. El equivalente a dos fichas medias de la plantilla pucelana.

También hay que consignar en el otro plato de la balanza económica la desaparición de las ayudas de La Liga por descenso, que sólo cubren las dos primeras temporadas en la categoría de plata. Una inyección muy importante para Rayo, Getafe y Levante.