Diario de Valladolid

La selección de los 63 inquilinos de Puente Colgante empieza a fin de año

La modificación de obra en la cubierta por 36.300 euros no modifica la conclusión de los trabajos en el viejo cuartel previsto para julio de 2023, con entrega de pisos de alquiler social a inicios de 2024

Los trabajos, en una imagen de esta semana, ya son visibles en nuevas ventanas y puertas. - J. M. LOSTAU

Los trabajos, en una imagen de esta semana, ya son visibles en nuevas ventanas y puertas. - J. M. LOSTAU

Publicado por
Íñigo Arrúe
Valladolid

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La Junta de Castilla y León iniciará a finales de este año el proceso de selección de los 63 inquilinos en pisos de alquiler social del edificio Puente Colgante , antigua casa cuartel de la Guardia Civil, ya que la previsión de conclusión del edificio se mantiene para dentro de un año, en julio de 2023. Según este cronograma, la entrega de las viviendas de alquiler social para familias jóvenes se realizaría en el primer trimestre de 2024. 

El mantenimiento del calendario tiene su importancia, ya que recientemente los trabajos han sufrido un modificado de obra que afecta a su cubierta, lo que retrasará esta zona de tejado en tres meses, pero sin repercusión en el plazo final de término de todo el inmueble. 

El contrato de modificado de obra se ha adjudicado a la empresa UTE Aparegra 4 el pasado 1 de julio por un valor de 36.300 euros, con impuestos. Fuentes de la Consejería de Fomento informaron que  el modificado de obra obedece a la necesidad de cambiar la cubierta desde su estado actual de fibrocemento a otra con acabado en teja. 

Un cambio que tiene varias justificaciones, entre ellas la ventaja de que han podido acceder a los Fondos Feder, una modificación alfombrada porque Europa está muy proactiva en que se retire el fibrocemento de los edificios y financia su sustitución, así que desde octubre de 2021 el Gobierno regional ya se preparó para el recambio.

En un principio apostaron por el encapsulado de corcho, con proyección de corcho natural, algo que ha dado buen resultado en los aleros de otros edificios. Era una opción más económica que la retirada del fibrocemento con el montaje de un andamio, retirar el tejado, realizar el plan de seguridad de desambientado y volver a instalarlo todo. 

El problema surgió cuando los técnicos de Fomento se encontraron con una invasión de palomas bajo el fibrocemento digna de la película de Hitchcock, ‘Los Pájaros’. Para hacerse una idea del número de ejemplares, tuvieron que venir al rescate desde un centro de recuperación de aves para cazarlas con jaulas y darlas como alimento a sus rapaces. 

El problema no eran las palomas en sí, sino la cantidad de excrementos acumulada, desde que el edificio se cerró en 2014, unas deposiciones ácidas y corrosivas, que hicieron inviable la opción de proyección del corcho, porque ‘atacar’ estas láminas de excrementos podría acarrear un peligro: que se soltaran, de paso, fibras nocivas. 

Así que los Fondos Feder llegaron en el momento oportuno. De paso, el modificado va a incluir detectores de humos; una pasarela de acero en el espacio interior bajo cubierta para las canalizaciones comunes de la vivienda, y una línea de vida en la cumbrera para que los operarios puedan asirse a este cable de seguridad cuando realicen labores de mantenimiento. 

Las obras de rehabilitación del vetusto acuartelamiento – data de la década de los 40 del siglo XX– se iniciaron en otoño de 2020, con el compromiso de ejecución de obra de 20 meses y un presupuesto de 6,3 millones de euros. La actuación consiste en la recuperación del edificio en desuso desde hace años –el Ayuntamiento de Valladolid declaró la ruina en 2015– para destinarlo al parque público de vivienda del Gobierno regional. 

El edificio contará con 63 viviendas de entre 59 y 100 metros cuadrados de superficie, de las cuales 48 serán de tres dormitorios y 15 más tendrán dos, de las cuales cuatro serán accesibles. Además, se reservará una vivienda destinada a personas con síndrome de Down con el fin de permitir el desarrollo de estos ciudadanos, merced a un acuerdo suscrito en 2016 entre la Consejería y la Asociación Síndrome de Down Valladolid. El proyecto se concibe además como un edificio de «consumo casi nulo» , con certificación energética ‘A’, que mediante envolventes térmicas y las «últimas tecnologías» logrará una importante eficiencia. La actuación implicará la urbanización de la parcela interior.

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