Azucarera cumple su amenaza, quita la ayuda de 6 euros y pone en riesgo Miranda y La Bañeza

Un ‘lo tomas o lo dejas’. Eso es lo que acaba de poner encima de la mesa Azucarera Iberia a los sindicatos agrarios en la reunión de la mesa nacional de la remolacha, celebrada en Madrid. Azucarera cumple así su amenaza al quitar la ayuda de seis euros por tonelada de pago por complemento, tal y como estipula el Acuerdo Marco Interprofesional (AMI). Una decisión que pone en serio riesgo las fábricas azucareras de La Bañeza y de Miranda, tal y como ya publicó en exclusiva EL MUNDO DE CASTILLA Y LEÓN.

Lo que acaba de suceder es que Azucarera rompe el AMI de manera unilateral y pese al rechazo mostrado por todos los sindicatos agrarios. Para ello, la industria propiedad de los británicos de British Sugar, se aferran a un artículo del acuerdo marco en el que se señala que pueden variarse las condiciones por situaciones coyunturales. Lo que olvida Azucarera, según señala el presidente de Asaja Castilla y León, Donaciano Dujo, es que ese artículo también deja claro que debe ser «consensuado» y no de forma unilateral.

Azucarera propone ahora que el agricultor recibirá 26 euros por tonelada de remolacha, más los diez euros que ayudas al pago acoplado y con cargo al Plan de Desarrollo Rural (PDR). De este manera, el precio fijo final que recibirá el productor serán 36 euros, frente a los 42 euros por tonelada actuales, toda vez que la industria se niega a pagar esos seis euros de complemento a los que le obliga el AMI.

A cambio, plantea un complemento vinculado al precio del azúcar que se negociará con las organizaciones agrarias, según informa la compañía ante los medios, ocultando que esas organizaciones se lo acababan de rechazar en la reunión de la mesa nacioal. Un «cambio de modelo» que entrará en vigor a partir de la próxima campaña, 2019-2020, para la zona norte.

Desde la firma, filial de British Sugar, se fijan en el valor de referencia en el mercado, situado en los 404 euros por tonelada de azúcar. De este modo, señala el consejero delegado, Juan Luis Rivero, se permite que el cultivo de remolacha «siga siendo rentable». Lo que no dicen es que para que el agricultor recuperara los 42 euros actuales ese precio del azúcar debería subir a los 600 euros por tonelada, ahora está en apenas 380, que lo cobrarían una vez finalizada la campaña y que sería Azucarera quien fijaría la media final del precio del azúcar a lo largo del año, según explica Donaciano Dujo a este periódico.

Rivero aclara que el objetivo que persiguen con este giro «de colaboración con el agricultor» persigue «proteger la continuidad de un sector estratégico» en España y «lograr una mayor integración con el profesional». Azucarera propone un precio base de referencia por tonelada al que se añadiría un complemento vinculado a la evolución del precio del azúcar, que es lo que se se tendrá que negociar con las organizaciones agrarias «en profundidad», asegura Rivero, ocultando el rechazo frontal expresado.

Por su parte, la directora del área de Agricultura de Azucarer, Salomé Santos, asegura que confían en que «todos» hagan un «ejercicio de responsabilidad sectorial», aunque se muestra optimista. «La reunión ha ido bien», señala. La realidad es bien distinta porque los representantes de la Alianza UPA-Coag y Asaja manifiestan todo lo contrario. «La reunión no pudo ir peor porque no nos dejan alternativas», asegura Dujo. Una afirmación en la que coincide el secretario general de Ugal, Matías Llorente. «Esto es lo que hay, tanto si lo apoyáis como si no», afirma Llorente que se transmitió desde Azucarera, quien reconoce que «es duro lo que hace Azucarera, es difícil y cualquier transición es complicada siempre». Santos agrega, no obstante, que es necesario «porque no hacerlo es un ejercicio de irresponsabilidad para que el agricultor mantenga la confianza en el cultivo».

Asaja y UPA-Coag tienen claro que esta decisión de Azucarera pone en rieso al sector y amenaza con el cierre de las azucareras de Miranda y de La Bañeza. «Cuando les preguntamos qué garantías existían y cuántas hectáreas eran necesarias para la continuidad de las fábricas se limitaron a decir que eso no lo podían aclarar».

Según Donaciano Dujo, ya están manteniendo reuniones con los comités de empresa de las fábrica y «están de acuerdo», remarca el presidente de Asaja Castilla y León que les reconocieron desde Azucarera. Este mismo mes tienen previsto iniciar los contactos con los agricultores de la zona norte, País Vasco, La Rioja y Navarra, que molturan en Burgos y de no existir hectáreas suficientes, según reconoce Dujo, en enero mismo podrían anunciar que Miranda ya no abriría el año que viene. «Y la siguiente puede ser La Bañeza», resalta el máximo responsable de Asaja en la Comunidad.