«Busca una justificación para abandonar Castilla y León»
Las organizaciones agrarias alertan que Azucarera lleva a los agricultores a dejar de sembrar y así tener el pretexto para cerrar las fábricas de la Comunidad
«Con esta decisión lo que están haciendo es forzando, más bien obligando, a que los agricultores no siembren remolacha, que abandonen el cultivo para después cerrar las fábricas». Con esta afirmación, el presidente de Asaja Castilla y León, Donaciano Dujo, destapa la estrategia de Azucarera, que lleva inexorablemente al «abandono» del cultivo en Castilla y León.
Algo en lo que coincide el secretario general de Ugal, Matías Llorente, para quien Azucarera sólo «busca una justificación para abandonar Castilla y León». Ambos dirigentes agrarios dejan claro que las intenciones de Azucarera quedan en evidencia cuando ni siquiera dan garantías de cuál es el futuro de las azucareras de Castilla y León, sobre todo de la leonesa de La Bañeza y la burgalesa de Miranda. Por eso alertan que Azucarera lleva a los agricultores a dejar de sembrar y así tener el pretexto para cerrar las fábricas de la Comunidad.
El rechazo hacia Azucarera le llega desde todos los frentes sindicales. La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (Coag) auncia que recurrirá al arbitraje para que Azucarera Iberia dé marcha atrás en su intención de reducir el precio de la raíz en esos seis euros por tonelada la próxima compaña y cumpla el Acuerdo Marco Interprofesional (AMI) del sector remolachero-azucarero en vigor hasta 2020.
Desde Coag se recuerda que el AMI fue un compromiso firmado con las organizaciones representativas del sector –Coag, Asaja, UPA y Confederación Remolachera–, y visado por el Ministerio de Agricultura, por lo que también apela a la implicación y mediación del propio Ministerio para hacer valer el AMI.
Razón por la que también advierte de que si Azucarera no rectifica, los remolacheros difícilmente optarán por sembrar un cultivo que no les reportará beneficio alguno.
Además, desde la organización se subraya que el «margen que hoy en día ofrece el cultivo se sustenta en las ayudas de las administraciones públicas, justificadas en la necesidad de sostener una producción estratégica para los regadíos en los que se asienta, al igual que para el empleo de las industrias agroalimentaria y afines que dependen de ella. Con esta actitud, Azucarera pone a corto plazo en peligro el futuro de sus propias fábricas».
En la misma línea, la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) estudia emprender cuantas acciones legales estén a su alcance tras la decisión hecha pública por Azucarera. A su juicio, con esta decisión «se dinamita una relación fructífera de acuerdos profesionales» a lo largo de 30 años mediante el Acuerdo Marco Interprofesional (AMI) entre industrias y productores y «pone en peligro el presente y futuro de las fábricas remolacheras asentadas en España, de los propios productores y de numerosos puestos de trabajo directos e indirectos».
«El recorte brutal del que informa AB Azucarera supone un 25%o del pago que realizaba hasta la fecha esta empresa, lo que es inasumible actualmente por los agricultores, dado el escaso margen de beneficio en el que ya estaban produciendo los remolacheros españoles», aseveran en un comunicado.